El Real Madrid pone en marcha esta noche el nuevo formato de la Copa de Europa, esa competición que ha sufrido varios cambios a lo largo de sus 60 años de historia, el último este mismo verano, pero que siempre la acaba ganando el equipo blanco. Lo hará frente a un debutante en el Bernabéu , el Stuttgart, y con las imponentes luces del reformado estadio alumbrando a Vinicius. Sí, otra vez a Vinicius: «Lo de Vinicius es una reacción a una acción muy fea. Una que pasa y ha pasado muchas veces contra él: insultos desde el principio. Nadie podría aguantarlo, yo tampoco. El gesto de llevarse la mano a la boca es bastante normal, tras todo lo que está pasando» La férrea defensa de Ancelotti a Vinicius , una más, viene provocada por las críticas hacia el brasileño por su celebración en el 0-1 de Anoeta. El brasileño anotó el primer tanto del Madrid desde el punto de penalti y decidió llevarse la mano derecha a la oreja derecha y, después, puso el dedo índice de esa misma mano en su boca, mandando callar a la grada: «Lo que le ha pasado en todos estos años, desde que yo he llegado, es algo que no se puede soportar. Puedo entender los pitos al rival, pero que ya haya insultos desde el calentamiento... ¿Quién lo puede aguantar? No es normal. Lo hacen porque es un peligro deportivo e intentan sacarlo del partido. Menos fijarse en los jóvenes y más en lo que pasa en los estadios», añadió el entrenador blanco. No fue la única figura de peso que justificó el gesto de Vinicius en San Sebastián. Carvajal , segundo capitán blanco esta temporada, tampoco dejó lugar a dudas sobre de qué lado se posiciona él y el resto de sus compañeros: «Nosotros, desde dentro, vemos y oímos insultos hacia él. Cuando a uno lo pinchan, sangra. Es normal que responda con determinados gestos, porque no se le deja tranquilo», reflexionó el lateral blanco. Tanto el cuerpo técnico como el vestuario entienden que situar de malo a Vinicius es la conclusión más injusta, y fácil, de todo el ruido que se genera alrededor del brasileño. En Anoeta no hubo insultos racistas, pero sí muchos de otro tipo que tuvo que soportar el jugador desde que saltara al terreno de juego a calentar. De hecho hay varios vídeos en las redes sociales que demuestran algunos de los improperios que recibió y a los que él respondió con ese gesto en forma de 'vendetta'. Un episodio más, y ya van muchos, de la constantes polémicas que rodean a Vinicius y que, en esta ocasión, eclipsan el estreno en Champions del Real Madrid, que defiende su título número 15 en la primera temporada en la que la Champions abandona la fase de grupos y pasa a ser una liga de 36 equipos en los que cada rival se enfrentará a ocho conjuntos, lo que, como mínimo, aumenta la competición dos partidos más, que incluso podrían ser cuatro. Motivo para otro palo de Ancelotti, esta vez a los que mandan: «No sabemos si la competición será más entretenida o no que la anterior Champions, pero el dato es que tenemos dos partidos más, como mínimo. Si los organismos no empiezan a pensar que los jugadores se lesionan porque juegan demasiado, tenemos un problema. Pido reducir el número de partidos para tener competiciones más atractivas». Atractivo para el madridismo será el regreso de Tchouaméni y Bellingham, que por fin vuelven a estar a disposición de Ancelotti tras varias semanas de baja. También estará disponible Militao , que ayer no se entrenó por necesidad de mayor descanso que el resto de sus compañeros. Enfrente, un Stuttgart que no lo pondrá fácil: «El Real Madrid es el mayor reto que se puede tener como equipo y lo vamos a asumir con gusto. El Real Madrid es el mayor reto que se puede tener como equipo y como defensa lo vamos a asumir con gusto. Nos hace mucha ilusión jugar en este estadio y ante este gran rival y en el fútbol todo es posible. Creo que vamos a tener nuestras oportunidades», dice Hoeness, su joven entrenador.
