A menos de 24 horas de que comience el soterramiento de la A-5 y pendientes aún del refuerzo de Cercanías y la propuesta de gratuidad de la R5, el Ayuntamiento y el Ministerio de Transportes se sentarán por fin para tratar de paliar las afecciones de tráfico que generará una obra que durarará, al menos, dos años. El encuentro, según han confirmado fuentes municipales, será el próximo jueves y reunirá al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, y el ministro de Transportes, Óscar Puente. "Por fin dan señales de vida", ha afirmado este jueves la vicealcaldesa de la ciudad, Inmaculada Sanz, en la rueda de prensa posterior a la junta de Gobierno. Además, ha pedido al ministerio que "venga con los deberes hechos", pues hasta ahora no ha dado traslado de su propuesta de refuerzo al Consorcio de Transportes. El consistorio presentó hace una semana su plan de movilidad para paliar unas afecciones de tráfico que se comenzarán a notar a final de año. Su propuesta incluye un incremento del Metro, EMT y nuevas paradas de los interurbanos . Por carretera, aunque se mantendrán abiertas al tráfico siempre dos vías por sentido, ofrece como principal alternativa la M-40. Sin embargo, desde Cibeles explicaban entonces que habían solicitado también refuerzo de la línea C5 de Cercanías y no habían recibido respuesta. En un teletipo recogido por Efe, el Ministerio de Transportes explicaba que tenía un plan para incrementar un 15% la capacidad de la línea C5 en hasta 14.000 plazas mientras criticaban que desde el Consistorio "no ha solicitado el refuerzo". El secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, envió además ayer por la tarde una carta, publicada por 20 minutos, al delegado madrileño de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, en la que muestra su "más sincera preocupación" por los "problemas" de movilidad que van a provocar las obras, le reprocha que el Ministerio no tiene "información precisa" y se ofrece a estudiar levantar el peaje de la R-5, siempre que el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid puedan asumir el coste. Inmaculada Sanz, vicealcaldesa de la capital, criticaba ayer que "cinco cartas después" el ministerio de Óscar Puente despache la solicitud del ayuntaimento "diciendo que nos busquemos la vida". "Nos parece una broma de mal gusto que planteen que, de una carretera que el ayuntamiento se haga cargo de una carretera de 31 kilómetros de los que apenas 1,5 kilómetros transcurren por la ciudad de Madrid. En Alicante, el ministerio se está haciendo cargo para ayudar con la movilidad de la AP7", ejemplificaba la vicealcaldesa, que criticó además "el ensañamiento permanente con la ciudad de Madrid". "Esto no va contra el equipo de gobierno, sino contra los madrileños y todos aquellos que viven fuera de la capital y que se van a ver afectados por las obras", añadió.