Cuando pensamos en una monja de clausura , nos imaginamos cómo puede ser su vida. Sabemos que estas mujeres deben renunciar a una serie de cosas , como al amor en pareja o a la idea de formar una familia. A pesar de ello, muchas toman la decisión de seguir el camino de la religión. Este es el caso de sor Marta . Es conocida en redes sociales por compartir con sus seguidores su experiencia como monja de clausura . La joven ha contado en un vídeo en su canal de YouTube por qué ha elegido dedicarse a esto. «Sé que la vocación a la que te llama Dios es donde vas a ser 100% feliz. Yo quería ser feliz. No hay más. Entonces fue por puro egoísmo », indica. La hermana también tiene un perfil en TikTok ( @sormarta.osb ), donde cuenta algunos aspectos curiosos y desconocidos sobre su profesión . En uno de sus vídeos explica cómo es realmente su día a día dentro del convento . Hay quien piensa que el día a día de una monja de clausura puede ser aburrido. Sin embargo, sor Marta asegura que es todo lo contrario y menciona en una extensa lista todas las actividades que hacen en el convento. Lo primero de lo que habla es sobre la hora a la que les suena el despetador. « Nos levantamos como a las 06.20 horas , más o menos. Esto es libre, pero a las 07.00 horas hay que estar en la iglesia », indica. Una vez en la parroquia, rezan y después tienen espacio para la oración personal. «Luego tenemos la Eucarística y la Tercia, que es más cortita. Va todo seguido. Cuando acabamos, nos vamos a desayunar », añade. Tras estas labores, la joven señala que cada una hace su trabajo o las tareas que tengan encomendadas. «Huerta, dulces, cocina, estudiar, música...» , menciona. Antes del mediodía tienen otra hora intermedia que se denomina Sexta. «Comemos y más tarde tenemos tiempo para descansar . Suele ser de una hora y media o, como mucho, dos horas», detalla. La monja continúa explicando sus labores de la tarde : «Rezamos y luego viene el Rosario. Lo hacemos paseando por el claustro para andar un poco. También solemos ensayar los cantos». Tras ello, sor Marta afirma que disponen otra vez algo de tiempo libre hasta las 18.00 horas. A partir de ese momento dedican una hora de lectura espiritual . «Pueden ser libros de Santos, de autoayuda o de la Biblia, que es lo preferible. Caperucita roja no vale», aclara. «A las 19.00 horas son las vísperas. Después cenamos y luego tenemos el recreo , que es un espacio para compartir y para estar en comunidad». Antes de dormir tienen las llamadas Completas, que es la última oración del día. ¿Y a qué hora se van a la cama?. Sor Marta responde: «Nos acostamos en torno a las 22.30 horas» .
