«Aquí tienes lo que te mereces, porque has hecho que me quite la vida y sé que te alegrarás de mi muerte, pero vas a llorar la muerte de mi hija, de tu hija Yaiza . Suerte y gracias por conseguir que la mate ». Esa fue la carta que dejó Cristina a su expareja Sergio cuando mató a la hija que tuvieron en común , de 4 años, y luego intentó suicidarse. Pero no lo consiguió. Los servicios de emergencias consiguieron reanimarla tras la ingesta de pastilla con la que trató de quitarse la vida. La pequeña no tuvo la misma suerte. Los sanitarios la encontraron muerta, en la misma habitación donde localizaron a su progenitora, en un piso de Sant Joan Despí (Barcelona), en mayo de 2021. Ahora el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha rechazado su recurso, y confirma la pena de prisión de permanente , al considerar que Cristina mató a su hija «para causar el mayor sufrimiento posible» al padre. Durante el juicio, al igual que plasmó en su recurso de apelación, la asesina argumentó que cometió el crimen bajo un miedo insuperable , el de perder a su hija después de que Sergio iniciase una nueva relación con otra mujer. Se trata de una eximente de responsabilidad penal con la que podría haberse beneficiado de una condena menor, pero ahora el tribunal vuelve a rechazarla, al considerar que existió « una planificación metódica » del asesinato. Durante meses realizó búsquedas de las posibles formas de matar a la niña, así como de quitarse la vida después. Es más, los magistrados reprochan a este respecto: «Multitud de parejas se enfrentan por la custodia de sus hijos o se sienten afectadas porque la otra parte ha iniciado una nueva relación y no acaban con la muerte de los hijos en común». Avala así el TSJC que la única intención de Cristina al matar a la pequeña Yaiza fue impedir que «estuviera con su padre , al que odiaba y quería causarle daño ». La Sala sí estima el recurso de la Fiscalía, que solicitó dejar sin efecto la atenuante de confesión , ya que la madre admitió lo ocurrido -que ya había dejado por escrito- tras despertar en el hospital, donde ingresó por su fallido intento de suicidio. Una estimación que no tiene ningún efecto sobre la pena impuesta, la prisión permanente que ahora ha confirmado el TSJC.