'Amal: un espíritu libre', la última película del director belga-marroquí, Jawad Rhalib (1965), cuenta una historia esencial para el futuro de nuestra civilización: la irrupción en las escuelas de Bélgica, Francia y otros países europeos del islamismo salafista, yihadista, sembrando las semillas de la guerra santa entre los nuevos y más jóvenes europeos seducidos por el Islam. Amal, la protagonista, joven profesora de literatura, belga de origen marroquí, anima a sus alumnos a pensar libremente. Invitándolos a leer a Abu Nuwas (Ahvaz, Irán, 747 - Damasco, 815), uno de los más grandes poetas árabes / musulmanes de todos los tiempos, libertino, homosexual, perseguido y mártir de sus ideas. A través de la magna tradición libertaria de la gran poesía árabe clásica, continuada en Al-Ándalus por Ibn Hazm e Ibn Quzman, Amal invita a sus alumnos a pensar libremente, en defensa de la razón y la cultura contra el fanatismo religioso. Esa iniciativa choca con las ideas de un profesor de religión musulmán, extremista, defensor de una religión integrista, Nabil, uno de sus colegas, yihadista disfrazado con traje occidental, presto a perseguir a quienes defienden la razón y la libertad de pensar, precipitando una «oposición irreconciliable» y feroz. Con 'Amal: un espíritu libre', Jawad Rhalib culmina su obra, entre el gran documental y creación pura. Los enfrentamientos entre libertad y opresión, miseria social y miseria cultural, están muy presentes en cuatro películas y una decena de grandes documentales. -En Bélgica se enseñan en las escuelas públicas todas las religiones reconocidas administrativamente por el Estado. En Francia, la escuela y la educación son laicas. Sin embargo, esa tragedia es muy similar en ambos países y en otros. ¿Qué modelo es más pernicioso..? -El islamismo crece de muchas formas. Es uno de nuestros grandes desafíos. Las tensiones en la escuelas belgas son grandes. En Francia, varios profesores y profesoras han sido víctimas de asesinos islamistas, y han sido amenazados. La violencia islamista no ha dejado de crecer entre los franceses musulmanes jóvenes, adolescentes. -¿Qué es más peligrosa, la escuela, la familia? ¿Dónde y cuándo comienza a crecer el islamismo en nuestras sociedades? -En principio, en la familia se escuchan y difunden los primeros principios. Sin embargo, mi experiencia personal es muy distinta. Nací en Marruecos, en el seno de una familia musulmana muy tolerante. En mi escuela se respetaban todas las sensibilidades religiosas, cristiana, judía. La realidad es muy otra en otros países árabes y europeos. Hay un islam tolerante y dialogante que también choca con el islamismo. Hay otros terrenos de difusión. En los barrios pobres de las grandes ciudades europeas, muchos jóvenes son sensibles a la propagada islamista. Se sienten abandonados por el Estado, marginados, denunciados, víctimas de una realidad social muy dura, donde los islamistas siembran su odio. -A través de su protagonista, su película recuerda ese islam tolerante de su infancia marroquí, mucho antes de instalarse en Bélgica. -Sí, la profesora de literatura de mi película invita a sus alumnos a descubrir la gran literatura de todas las culturas. Ella se sirve de Abu Nuwas, el gran patriarca de la literatura árabe / persa, para hablar a sus alumnos de la Bélgica de hoy, de libertad sexual, de homosexualidad, de tolerancia. Esa libertad suya choca con el islam de los islamistas. También les habla de Víctor Hugo y los grandes clásicos europeos. -¿Cómo ha sido recibida su película en los países árabes? -En Marruecos muy bien. En su día, mi película 'Insumisa' ganó un premio en el Festival de Marrakech. 'Amal' fue presentada a la censura, fue aceptada. Y ha tenido mucho eco. En muchos otros países musulmanes… los distribuidores me apoyaban y querían pasarla, pero… me llamaban diciendo que la censura la prohibía. -A la luz del crecimiento del islamismo, en Francia, en toda Europa, temo que su obra tenga algo de conclusión negra, negativa, con riesgos de dramas y nuevas tragedias. -No lo veo exactamente así. Estamos ante un debate abierto. Sin duda, los islamistas está ahí, en Europa y fuera de Europa. Son temibles. Pero creo que también está creciendo un debate de fondo. Y creo en el triunfo de la razón y la libertad. -¿No teme que el yihadismo siga creciendo, incluso minoritario, pero siempre más peligroso? -Quizá estamos al comienzo de esa historia. Pero el islamismo no tiene porqué ganar forzosamente esa guerra, que también es una guerra de ideas. Ha crecido, siguen creciendo. Pero la libertad y la razón son muy fuertes. -En cierta medida, lo digo con respeto, su película nos propone un 'fin' diametralmente opuesto al clásico 'happy end' del cine norteamericano, que siempre termina con un fuerte abrazo amoroso, poniendo fin a un rosario de tragedias. Usted filma una tragedia, pero… está convencido en el final feliz de la historia. -Bueno… algo así… En mi obra, y en esta última película, en particular, intento reflejar distintos puntos de vista, respetuosamente, sin maniqueísmos. Cada cuál es libre de sacar sus propias conclusiones. Yo creo en el triunfo de la razón y la libertad.