Íñigo Errejón abandona la política. El portavoz de Sumar en el Congreso ha anunciado este jueves que deja su escaño en el Congreso de los Diputados, donde además ejercía de portavoz del grupor parlamentario que preside la vicepresidenta Yolanda Día. Una dimisión que llega de improviso, a través de su perfil de su perfil de la red social X (antes Twitter), pasadas las dos y media de la tarde, y con la que el ya exdiputado «espera contribuir a reparar errores» a los que, sin embargo, no hace mención. Esta última, ha arracando su comunicado en redes sociales, ha sido «una década en la primera línea ha desgastado mi salud física y mental». Por ello, «anuncio así, como ya he comunicado a mis compañeras y compañeros responsables, mi dimisión como portavoz del del Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar, dejo el escaño en el Congreso y todas mis responsabilidades políticas», ha proseguido. Errejón reconoce, además, haber llegado «al límite de la contradicción» , entre «el personaje y la persona» y «entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano» como es Sumar. En este sentido, admite que lo que ha hecho todo este tiempo en primera línea de la política ha sido «subsistir» con comportamiento «que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros». Una dinámica que le ha generado, dice el exportavoz de Sumar, una «subjetividad tóxica» -«que en el caso de los hombres multiplica el patriarcado»- con compañeros de trabajo y organización, con relaciones afectivas e incluso con sí mismo. También explica que la necesidad de abandonar la política institucional -y con ella «sus exigencias y sus ritmos»- llega a raíz de «un ciclo político intenso y acelerado» que ha desgastado tanto su salud física como mental , así como su «estructura afectiva y emocional».