Canarias es uno de los destinos turísticos predilectos de España. Las estadísticas dicen que aunque quizás no es el primer punto más visitado, que suelen ser las capitales como Madrid o Barcelona, sí que es el que consigue mayores cifras de pernoctaciones . Y es que quien viene a la isla lo hace para unos cuantos días para disfrutar de la desconexión y relax. En este sentido, la playa es el primer motivo para visitar alguna de las siete islas del archipiélago. Aunque algunas de ellas tienen viento, el buen clima reina en toda la comunidad y contribuyen a que sea la época que sea se pueda disfrutar de la costa canaria . Pero la región tiene mucho más, como el turismo de naturaleza, con escenarios volcánicos y sorprendentes bosques frondosos con el mar de fondo. Su ritmo de vida lento, cultura local y una gastronomía admirada que resalta el producto local, son otro de los atractivos. Sus municipios son el perfecto punto de parada para conocer de la mejor manera la esencia canaria. Además, algunos de ellos parecen salidos de un cuento, como Vegueta o La Laguna, pero hay alternativas menos desconocidas, como un poblado con un gran pasado medieval y una ruta mágica imperdible. Se trata de Las Tricias , un tranquila aldea rural enmarcada en el municipio de Garafía alejada del desarrollo urbano. Está ubicada en el noroeste de La Palma, a una hora y media de la capital, entre barrancos y rodeada de almendros que cuando florecen en invierno dejan un paisaje de ensueño. Muchos lo pueden ubicar mejor porque en sus afueras quedan las Cuevas de Buracas. Los benahoritas (pueblo de origen bereber ) estuvieron en La Palma entre los siglos IV y V y estuvieron acomodados en la zona hasta que los castellanos conquistaron la isla, pero su esencia permaneció en esta aldea, en la que viven unos 200 habitantes. Así, de Las Tricias destaca sus bellas casas de piedra oscura con balcones de madera y acabados blancos, que tienen un estilo palmero total. Uno de sus caseríos alberga el Museo de Interpretación del Gofio , en honor al queso isleño autóctono. Además, desde Las Tricias sale uno de los senderos más impresionantes de todo Canarias, ideales para descubrir a pie y disfrutar del arte rupestre de la isla. Es el que lleva hasta el poblado de las Cuevas de Buracas, que tiene restos rupestres de gran interés arqueológico y que pasa por en medio de un mágico bosque de dragos, el árbol autóctono canario. Esta ruta, de casi 4,7 kilómetros, que se puede realizar en unas tres horas pero la visita hasta este poblado merece la pena. La mejor manera de visitar Las Tricias es hacerlo en transporte privado , puesto que el pueblo está a casi una hora de Tazacorte, aunque hay más opciones. Así, Transportes del Norte de La Palma (conocida popularmente por sus siglas TLP) tiene varias líneas que acercan a la zona, como la 120 (que cubre el trayecto entre Barlovento y Puntagorda y que da servicio todos los días, aunque los fines de semana y festivos tiene pocas frecuencias). Además, el bus 126 acerca hasta la entrada de Las Tricias.