Se llaman Hugo, Mikel, Luis y Carlos, y acumulan más de medio siglo en las calles, en las Unidades de Intervención Policial (UIP), los famosos antidisturbios, que cuando las cosas se ponen feas en materia de orden público son los encargados de dar la cara. En España hay unos 2.500 y poner a todos ellos de acuerdo en una idea es complicado. Pues bien, la reforma de la ley de seguridad ciudadana, que les afecta de lleno y ha sido pactada por el Gobierno con sus socios de la izquierda radical, lo ha conseguido, porque les afecta en dos aspectos fundamentales: la prohibición de las pelotas de goma y la eliminación de la obligatoriedad de comunicar las concentraciones con antelación....
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