El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está de viaje oficial en la India del reelegido Narendra Modi. En la agenda están la inauguración de una fábrica de Airbus en Vadodara, donde se fabricarán aviones militares de tecnología española , la oferta que quiere hacer el presidente para vender el 'hub' audiovisual español a Bollywood, y sobre todo, el contrato para conseguir la fabricación de los seis submarinos convencionales que quiere el país asiático. La pugna, en la que hay más de 4.500 millones de euros sobre la mesa, se juega con Alemania, el único país que ha presentado una oferta que rivaliza con la española. El canciller Scholz se ha adelantado, porque tras una reunión el viernes con el primer ministro indio dio al país asiático un estatus preferente que acelerará la exportación de armamentos. Sin disimulo, el canciller germano señaló durante ese encuentro que «queremos profundizar la cooperación en defensa y unir nuestros ejércitos». «Necesitamos más cooperación, no menos», dijo, añadiendo su delegación que « La pelota está ahora en el tejado de India » para que el contrato acabe en manos de Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS). Asimismo, el gobierno alemán publicó esta semana un documento en el que dice querer reforzar su papel como exportador de armas a India, a nadie escapa que con el doble objetivo de potenciar la industria alemana y alejar a India de Rusia. España, por su parte, ha puesto sobre la mesa los S-80 , un batiscafo convencional -no nuclear- de ataque y con capacidad para lanzar misiles de largo alcance. Se trata de un arma de diseño y fabricación 100% españolas y de los que actualmente la Armada de nuestro país tiene encargados cuatro, aunque aspira a llegar a seis. Precisamente, hoy Modi y Sánchez han inaugurado una planta de ensamblaje de aviones militares C-295 del consorcio aeronáutico Tata-Airbus, desde donde han destacado el «excelente estado» de las relaciones bilaterales, con una presencia empresarial entre ambos países cada vez mayor. La factoría, ubicada en la ciudad de Vadodara, en el estado de Guyarat, está destinada a mejorar las capacidades de defensa de India con la producción de 40 de los 56 C-295 adquiridos por la Fuerza Aérea india a la empresa aeronáutica española Airbus. La instalación supone un hito para el país asiático, ya que es la primera línea de fabricación de este tipo de aviones por parte del sector privado. Durante su intervención en una comparecencia conjunta con Modi, Sánchez ha destacado que la nueva planta de ensamblaje de Tata-Airbus «no sólo inaugura una instalación industrial de vanguardia», sino que representa «un proyecto extraordinario entre dos empresas emblemáticas», según ha informado Europa Press . El jefe del Gobierno ha manifestado que esta asociación entre Airbus y Tata «contribuirá al progreso de la industria aeroespacial india» y facilitará la llegada de otras empresas europeas. Además, ha señalado que Tata representa « el mejor exponente de la fortaleza industrial de la India«, mientras que Airbus «encarna la esencia misma de una Europa unida». «Para España, formar parte del consorcio Airbus significa defender los valores que representa, valores en los que se basa la idea misma de Europa, la cooperación, la modernidad y el progreso», ha indicado el presidente del Gobierno.