En el ya de por si enrarecido mercado inmobiliario de Berlín, se estaban registrando fenómenos paranormales en determinadas zonas boscosas de las afueras. El caso más destacado es el de Grunewald, un distrito verde a sólo veinte minutos del centro, donde se estaban comprando y restaurando villas de lujo a precios estratosféricos que llevaron a la revista 'Der Spiegel' a preguntarse quién los podía pagar. Tirando de ese hilo, se ha descubierto que varios oligarcas rusos están burlando las sanciones europeas y están acumulando propiedades en sectores inmobiliarios exclusivos, sirviéndose de acuerdos accionariales con empresas de construcción. El concejal de Charlottenburg-Wilmersdorf, Oliver Schruoffeneger , exige ahora requisitos de transparencia más estrictos para las constructoras, que eviten que los amigos de...
Ver Más