Se dice que España es uno de los países de Europa que tiene más bares por habitante. Muchos de ellos tienen terrazas , un espacio exterior muy codiciado, especialmente cuando llega el buen tiempo. Incluso en invierno, al sol, tomar cualquier comida o bebida puede resultar agradable. Las terrazas adquirieron aún mayor protagonismo con la pandemia de coronavirus ya que permitían evitar entornos cerrados. Sin embargo, este elemento de la hostelería suele ser también una fuente de conflicto entre los vecinos por motivos de ruido y descanso. Sobre ello ha reflexionado en su cuenta de X (antes Twitter) en economista y profesor Santiago Niño Becerra. El experto ha compartido en sus redes una noticia de 'Diari de Tarragona' que explica que las terrazas de la ciudad cerrarán durante la temporada estival y que esta se alargará un mes. «A las personas que tengan que levantarse a las 05:00 para ir a trabajar les parecerá muy bien. A las familias con bebés también. También a todos los vecinos que no dispongan de aire acondicionado para cerrar a cal y canto sus ventanas», comienza Niño Becerra. Subraya que otros b eneficiados por la medida serán quienes lleguen a trabajar por la noche entre las 21:00 y las 22:00 horas ya que evitarán el «rumor de fondo». El economista explica, además, que muchos de las zonas por las que pelearon los ayuntamientos para su «peatonalización» y para «pacificar calles» se han acabado por «llenar de terrazas ese espacio». A pesar de reconocer que hay grupos beneficiados por estas medidas, Becerra se muestra contundente en su opinión: «El mundo de las terrazas no debe discutirse ni criticarse porque crea empleo , y su disminución o desaparición lo eliminaría». Asegura el también tertuliano que algunas personas «añoran el confinamiento» porque, al menos, les permitía descansar. Sin embargo zanja contundente: «Pero eso, descansar, no genera PIB» .