Que el Rey Carlos III y la Reina Camila se embarcasen en su primer viaje institucional al extranjero desde el diagnóstico de cáncer del monarca pudo haber supuesto un gran escándalo para la población preocupada por la salud del Rey. Sin embargo, que la Casa Real británica asegurase que las condiciones en las que viajaba Carlos III eran óptimas y su estado no corría riesgo alguno, tranquilizó las aguas. No solo porque el Rey se encontraba bien para viajar a Australia y Samoa, también porque lo haría con diferentes exigencias médicas para garantizar que, en caso de necesitarlo, estuviese atendido las 24 horas del día. En un principio, un equipo de médicos vip, bolsas de sangre personalizadas, y atención constante acompañarían al monarca durante las tres semanas que, en un principio, iba a durar su gira que terminó reduciéndose a once días con motivo de el consejo de los médicos de no extender el viaje para priorizar su recuperación de la enfermedad y proseguir con su tratamiento, tal y como confirmaba la portavoz de Palacio a la prensa británica. El viaje, no incluiría así más viajes ni paradas. Sin embargo, los planes se han desarrollado con cambios y el Rey se encuentra descansando del ritmo del viaje pero no en Palacio. El séquito real se desplazaba entonces al nuevo destino vacacional, el mismo por el que había pasado la Reina antes de la aventura por el extranjero y al que habría vuelto para terminar de redondearla. El Rey se ha encontrado bien, pero eso no quita que necesite recargar pilas ante la agenda oficial que le espera y la vuelta a someterse a la terapia, aparcada durante estos días con la aprobación de sus médicos . Tras su paso por Samoa, el Rey llegaba a la India para desconectar durante varios días y, por qué no, conectar consigo mismo, pues en el lugar elegido por los Reyes es la especialidad, aunque envuelta en lujo y exclusividad. Tal y como ha compartido el diario británico 'Daily Mail', el resort en Bangalore, Soukya ha sido el elegido por los monarcas británicos para alojarse durante unos días de vacaciones, pues cumplen con el perfil de su exclusiva clientela, entre la que se encuentran celebridades de la talla de Emma Thompson. «Los miembros de la realeza siempre han sido de mis clientes menos exigentes. Es un placer trabajar con ellos», aseguraba el director del complejo, el doctor Issac Mathai, quien fue en el pasado el propio terapeuta de Carlos III. Según señala el diario británico, el precio por semana del alojamiento es de 3.200 euros, habitual en un centro holístico como este cuya especialidad son los tratamientos de belleza y las actividades de reconexión. Un estricto programa de actividades, obliga a los clientes del refugio de paz a cumplir con normas como el horario, que empieza desde primera hora de la mañana con sesiones de yoga seguidas de un pequeño desayuno y los primeros tratamientos con efecto rejuvenecedor, y continúa por la tarde con terapias posteriores a un almuerzo completamente saludable; o la allí controlada dieta vegetariana. Una meditación antes de cerrar pone fin a los días en Soukya, donde la hora de dormir comienza a las nueve de la noche y nadie puede salir de la habitación hasta los primeros rayos de luz. Los reyes británicos recibirían como el resto los mismos tratamientos holísticos, que, ante la posible repercusión, han querido dejar claro desde la Casa Real que no están relacionados con la quimioterapia de su enfermedad, pues su caso sería uno de los procesos oncológicos que permitiría descansar de la terapia durante unos días y proseguir con ella a su vuelta de las vacaciones. De cara al año que viene y viendo el resultado de esta primera gira en el estado que atraviesa Carlos III, los médicos ya considerarían posible retomar las visitas normales al extranjero siempre con atención médica continua.