El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Soria ha estimado la solicitud de medida cautelarísima que requería la organización animalista PACMA contra el Acuerdo del órgano competente del Ayuntamiento de Medinaceli (Soria) en el que se aprueba la celebración del Toro Jubilo para el próximo sábado sábado 16 de noviembre de 2024 o la autorización municipal para la celebración de éste, así como frente al visto bueno de la delegación territorial en Soria de la Junta de Castilla y León para la celebración del referido festejo en la localidad soriana. «Es criterio de este juzgador que, en atención a las circunstancias concurrentes y ponderando las mismas, procede acceder a la medida de suspensión pedida por la parte actora«, recoge el auto del juzgado soriano, El magistrado considera en su auto de medidas cautelarísimas «digno de mayor protección la integridad física, el bienestar y la vida del animal que vaya a emplearse en esta edición del Toro Júbilo 2024 frente a la celebración del festejo taurino tradicional que se pretende por el Ayuntamiento de Medinaceli , con el amparo autorizatorio de la Junta de Castilla y León», según han apuntado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. «El elemento tradicional, la tradición y determinados ritos, no pueden alzarse como un valladar infranqueable de la consideración actual de los animales como seres sintientes y su debida y ya legal protección por la normativa europea y española (artículos 13 del TFUE y 333 bis del Código Civil), prevaleciendo el derecho de los animales a su protección e integridad física y psíquica, a su bienestar, de acuerdo a las características de cada especie», continúa el escrito. Por todo ello, «se determina la procedencia en el presente caso de anteponer el interés representado por el bienestar animal debido a la consideración de éstos como seres sintientes frente al interés que representan las Administraciones Públicas recurridas, por el tiempo que haya de transcurrir hasta el dictado de la resolución definitiva del pleito», argumenta. Por su parte, desde la organización animalista Pacma han asegurado que «la batalla legal contra el último toro de fuego de Castilla y León» comenzó a través de un contencioso en noviembre de 2023, «consiguiendo una sentencia favorable» en la que el magistrado consideraba que el espectáculo producía, por sí mismo, y en las circunstancias en que está diseñado y se celebra, «un claro sufrimiento, hostigamiento y maltrato físico y emocional a un animal, contrario a los principios de bienestar y naturaleza de ser sintiente que prevé la normativa básica del Estado y los propios principios de la Unión Europea». Dicho fallo fue «recurrido tanto por el Ayuntamiento de Medinaceli como por la Junta de Castilla y León ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad ». «Ambas administraciones han considerado que, mientras no fuese firme, el espectáculo podía seguir celebrándose, por lo que decidieron volver a celebrar y autorizar, respectivamente, el festejo para este sábado 16 de noviembre», asegura la organización. Sin embargo,« el auto comunicado hoy impide su celebración cautelarmente », concluye.