La decisión del Tribunal Constitucional de tumbar a finales de 2023 el recurso planteado por Andalucía y otras comunidades contra el Impuesto sobre las Grandes Fortunas obligó a varias autonomías a revisar su política fiscal. Si este tributo estatal era legal y se mantenía la recaudación del Estado, l as regiones que habían eliminado el Impuesto de Patrimonio estaban forzadas a recuperarlo de alguna forma para evitar que una recaudación que les correspondía se fuera al Estado. En el caso de Andalucía esto provocó la recuperación del Impuesto de Patrimonio, eliminado en su primera reforma fiscal, para los patrimonios superiores a 3,7 millones de euros aunque de forma voluntari a. Es decir, cada contribuyente podía elegir si tributaba en el Impuesto de Grandes Fortunas o lo hacía en el Impuesto de Patrimonio. Esta recuperación de este impuesto se ha empezado a percibir en los ingresos de este año 2024 . El Ministerio de Hacienda ha pasado de ingresar 600 millones de euros por este tributo a sólo 29 . La diferencia se la han quedado las comunidades que han recuperado el Impuesto del Patrimonio como es el caso de Andalucía. La previsión de ingresos aparece así por primera vez recogida en el proyecto de presupuestos de 2025. Después de que en los últimos ejercicios no se estimara ingreso alguno por el Impuesto sobre el Patrimonio para el próximo ejercicio se estima un mínimo de 20 millones de euros . «Es el resultado de aplicar el rendimiento esperado en 2024 del régimen opcional de bonificaciones aplicable al Impuesto de Patrimonio», recoge la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos en su memoria. No obstante, las cifras pueden ser incluso superiores. En el último ejercicio completo en el que los grandes contribuyentes andaluces abonaron el Impuesto a las Grandes Fortunas (2022), el rendimiento de Andalucía fue de 29 millones de euros . Según la estimación de ingresos de 2024 recogida en los informes mensuales de ejecución de la Consejería de Hacienda este año se han alcanzado los 33,8 millones de euros. No obstante, no se trata exactamente del mismo Impuesto de Patrimonio que había en Andalucía hasta 2022. S e ha reducido aún más el marco de grandes contribuyentes que tributan al situarlo a partir de los 3,7 millones de euros. Eso ha reducido sensiblemente los ingresos que antes superaban los 100 millones de euros al año. A esto hay que añadir que se trata de una elección voluntaria por parte del gran contribuyente y que es una medida temporal. En el propio articulado de este impuesto que forma parte de la Ley de Presupuestos de la Junta de Andalucía queda definido que se retirará cuando el Gobierno de España suspenda el Impuesto sobre las Grandes Fortunas .
