Al volante del Lamborghini Urus SE, el SUV más potente del mundo

Cuando uno se pone a los mandos del SUV más potente del mundo, cree que arrancarlo va a ser dramático, lleno de bramidos del motor V8 biturbo que promete el nombre que porta en la calandra: Lamborghini. Sin embargo, se pone en marcha con apenas un suspiro. Esto se debe a que para lograr sus 800 caballos de fuerza depende de un motor eléctrico. Esto no solo le dota de la etiqueta Cero de la DGT –aunque las medias de consumo homologan poco más de 2 litros a los 100, era fácil alcanzar los 20 con un ritmo alegre– sino que es capaz de recorrer más de 60 kilómetros en modo 100% eléctrico. Aunque todos los fabricantes tienen que vigilar sus emisiones y este Urus sea, en parte, consecuencia de una normativa más estricta, en Sant'Agata Bolognese el foco está en el rendimiento en primer lugar. Por ello, e inspirándose en el superdeportivo Revuelto, la marca italiana ha conseguido crear un SUV que alcanza los 100 kilómetros por hora en 3,4 segundos. Durante la final de su copa Super Trofeo celebrada en el circuito de Jerez, la marca organizó pruebas dinámicas con el Urus híbrido enchufable por primera vez desde su presentación en octubre. En ellas, se pudo comprobar que la potencia adicional e instantánea del motor eléctrico le permite, una vez se desactivan los controles de tracción, llevar a cabo derrapes como cualquiera de los otros deportivos de Lamborghini. La presencia del motor eléctrico también le permite contar con un sistema de control de torque, situado longitudinalmente en el centro del Urus, que distribuye la potencia entre los ejes delantero y trasero. Esto hace que los modos de conducción diseñados para situaciones de bajo agarre, como arena o nieve, funcionen con precisión. Porque, a pesar de su diseño sofisticado y moderno –han cambiado algunas líneas con respecto al Urus anterior, suavizando sus ángulos–, el Urus es mucho más capaz de lo que aparenta como vehículo para salir fuera del asfalto y alcanzar destinos recónditos. Por dentro, el SUV sigue siendo un lugar excepcional donde estar: la tapicería está cuidada y mullida, no hay una puntada en falso y todos los puntos táctiles se sienten robustos y se accionan con sonidos satisfactorios.   El sistema multimedia es nítido y responde con rapidez. Además, lo han depurado con respecto al Urus anterior y la conectividad, que era un punto donde flaqueaba (algo imperdonable para un vehículo de su precio), ya está bien resuelta. Para el CEO de la marca italiana, Stephan Winkelmann, la clave de sus modelos en la era eléctrica es «que sigan siendo emocionales con prestaciones más elevadas que con el mundo térmico». Así lo afirmó durante el fin de semana en el que celebraron la ronda final de su copa Super Trofeo. El Urus SE tiene mayores prestaciones, contamina menos y es más estilizado que su antecesor. De momento van a convivir los dos modelos en los concesionarios, pero el híbrido acabará sustituyendo al térmico y, de momento, existe una lista de espera considerable para recibirlo. Contando con que el Urus SE parte de los 240.000 euros y que supone en torno a la mitad de las ventas de la marca al año, muy mal no lo están haciendo.