La Academia de Guardias Civiles y Cabos de la Guardia Civil de Baeza funciona oficialmente desde que se creó por ley el 25 de mayo de 1988, aunque lo cierto es que, incluso en obras, había alumnos desde 1981. A lo largo de su ya dilatada historia ha servido como centro docente para formar a más de cien mil guardias civiles, 22.000 guardias auxiliares, 9.000 cabos y 7.700 suboficiales, puesto que también fue academia para ellos hasta 2018. ¿Por qué en Baeza? Pues, según cuentan los del lugar, eso tiene bastante que ver con la escuela militar que la precedió, que estaba en la cercana población de Úbeda desde 1943. Cuando se quedó obsoleta, el Gobierno central pensó en reubicarla en otro lugar y complementar así el arco académico, que ya constaba de otro centro: el Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada, en la localidad madrileña de Valdemoro. Se corría el riesgo de que la escuela saliera no sólo de la provincia de Jaén , sino también de Andalucía. Y entonces, el Ayuntamiento de Baeza maniobró y puso a disposición del Ministerio de Defensa unos terrenos. La operación recibió el visto bueno y el traslado, en consecuencia, fue llevadero. Porque entre Úbeda y Baeza hay apenas diez kilómetros. El consistorio hizo números: en la academia estaban cada año formándose más de mil alumnos – en la promoción de 2024 son 2.317 - que pasaban dentro de sus muros la mayor parte de las horas, pero que también aprovechaban su tiempo de asueto para ir al pueblo, tomarse unas cervezas, cenar… A esos guardias en potencia se les unían muchos fines de semana sus familiares, que iban a verlos desde todos los puntos de España. Eso significa miles de personas que llegan dispuestas a echar un par de noches en un hotel, comer en algún restaurante y, en definitiva, hacer economía local . Eso, visto ahora, puede parecer una fruslería. Baeza es Patrimonio Mundial de la Unesco desde 2003, como también lo es Úbeda. Ya no harían falta este tipo de estrategias para conseguir que los establecimientos hoteleros se llenaran, porque lo hacen igualmente gracias al empuje turístico. Pero en aquel tiempo, la situación era bien diferente. Además, en Baeza, según destacan publicaciones de entonces, se tuvo en cuenta el vínculo que ya se había creado entre la zona y la Guardia Civil, un poco como pasa también con Ávila y la academia de formación de la Policía Nacional. No pocos guardias (al principio sólo hombres, ahora ya también muchas mujeres) se han hecho parejas de baezanos. Hay hijos de esas parejas que han nacido y se han criado allí. Al igual que Baeza es patrimonio mundial, la Guardia Civil lo es de Baeza. Son un binomio indivisible. En Úbeda, las voces críticas ya hace tiempo que se calmaron. Pero en su momento, en los años ochenta, no faltaron las voces que acusaron a su ayuntamiento de no haber sido un poco más perspicaz . Aseguran que, si en vez de permitir que las instalaciones militares languidecieran y terminaran por desaparecer, se hubiera apostado por su continuidad, lo que ahora le ocurre a Baeza le hubiera pasado a Úbeda.
