El 14 de noviembre, la actuación contra el reloj de una patrulla de la Policía Nacional logró salvar la vida de una niña de 3 años que se estaba atragantando en su domicilio de Puente de Vallecas. Se recibió un aviso a través de la sala del 091 a las 11.40 horas, alertando de que la menor se encontraba en estado de inconsciencia sin reaccionar a estímulos externos. Inmediatamente se desplazaron al lugar policías de la comisaría de distrito, comprobando que la pequeña se encontraba con la mirada ausente y asfixiándose con sus propias flemas. Entonces, le realizaron la maniobra de Heimlich, logrando retirar mucosidad de las vías respiratorias y conseguir que respire de manera más eficaz, hasta recuperar la consciencia. Posteriormente y dada la gravedad de los hechos, se persona en la vivienda indicativo sanitario, que traslada a la niña a centro hospitalario, desde donde los médicos que se hacen cargo manifiestan, que la intervención policial ha sido crucial para la recuperación de la menor. Esta técnica, en adultos y menores con capacidad de caminar, consiste en abrazar a la víctima por la espalda con los dos brazos. Se presiona entonces con una mano cerrada y la otra recubriendo la primera. Se debe apoyar el puño entre su ombligo y su pecho, y presionar adentro y arriba , hacia el centro del estómago. Su vientre queda así comprimido entre el puño y el cuerpo del rescatador, lo que forma una presión hacia arriba. En el caso de que el atragantado esté solo, puede tomar una silla con respaldo, situarla por debajo de su pecho y empujar hacia arriba con fuerza, para intentar expulsar el objeto. Estando solo es de gran utilidad tener a mano alguno de los aparatos anti-atragantamiento disponibles actualmente (si bien son optativos, por lo que las guías no los incluyen en sus protocolos).