La ausencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , en la misa funeral por las víctimas de la DANA del pasado 29 de octubre en la Comunidad Valenciana ha sido fuertemente criticada por la oposición , que ha llegado a tildar de «cobarde e indigno» este desplante a los familiares de aquellos que perdieron la vida en la riada. Los portavoces en el Congreso tanto del Partido Popular como de Vox han manifestado en sendos comunicados su indignación ante esta decisión de Sánchez y la achacan a los incidentes que tuvieron lugar en la zona cero de la tragedia dos días después de la riada, cuando el presidente fue evacuado por un «problema de seguridad» al producirse altercados entre los ciudadanos y la comitiva, resultando en la detención de dos individuos por golpear el coche en el que viajaba Sánchez. «Él mismo comprobó lo que piensa el pueblo español cuando pisó Paiporta», ha asegurado Pepa Millán (Vox). «Como es un cobarde, ni estuvo cuando hizo falta declarar la emergencia nacional ni mucho menos iba a estar con las víctimas» , argumentaba Millán. Así, ha hecho referencia a la presencia de Sánchez en un acto memorial a «las víctimas de hace ochenta años» y al «no recuerdo, por parte del Gobierno, de las víctimas de hace dos meses». El portavoz del Partido Popular en el Congreso, Miguel Tellado , ha hecho hincapié también en esta misma cuestión: «Desde su huida indigna en Paiporta no ha vuelto a aparecer [por Valencia]». Tellado ha criticado la «ausencia cobarde e indigna del presidente del Gobierno» en el funeral por las víctimas de las riadas y afirma que los políticos están para « servir, en las duras y en las maduras y para dar la cara ante los ciudadanos». Por otro lado, cree que Sánchez «está más preocupado de la comparecencia de [José Luis] Ábalos del jueves ante el Tribunal Supremo que de lo que pueda pasar en la Conferencia de Presidentes del viernes». La misa funeral tuvo lugar en la catedral de Valencia y fue auspiciada por el arzobispado, y, aunque estuvo presidida por los Reyes, el Ejecutivo esgrimió que no se trataba de un funeral de Estado, sino de un rito católico, para justificar la ausencia del presidente del Gobierno. De hecho, en las horas previas no estaba prevista presencia de ningún miembro del Consejo de Ministros, al no figurar este acto en la agenda de la Moncloa, hasta que finalmente se confirmó la asistencia de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero , el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, la ministra de Ciencia, Diana Morant, y la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé.