La Unión Europea vuelve a cargar contra Rusia y sus finanzas, esta vez centrándose en la llamada 'flota fantasma ' rusa, una treta que el Kremlin viene usando desde hace dos años para eludir las sanciones y mantener el músculo de sus exportaciones de petróleo. Ayer los 27 acordaron aprobar un nueve paquete de sanciones -el decimoquinto- contra el régimen de Putin y los países y empresas que le prestan ayuda. Los detalles del acuerdo no son públicos aún, pero, según informa la cadena Euronews, se espera que el paquete de sanciones sea modesto esta vez, aunque añade más presión. Como ya se ha avanzado, lo más destacado es que castiga a la red clandestina de comercio de crudo que el Kremlin necesita para financiar la guerra. Esta historia empezó con la invasión de Ucrania y el tope de precios al petróleo ruso fijado entonces por la UE. Con vistas a dañar las finanzas del Kremlin, entonces el Consejo de Europa acordó la prohibición del transporte de petróleo ruso a terceros países, a no ser que este estuviera a un precio inferior a un tope, que se fijó en los 60 dólares el barril. Además de esto, se prohibía a las empresas occidentales dar cobijo y prestar servicios de financiación o aseguramiento a esos buques. El caso es que al poco de haberse tomado esa decisión, las autoridades europeas empezaron a detectar un tráfico inusual de buques rusos a los que llamó 'fantasma' porque utilizan todo tipo de tretas para eludir las sanciones de la UE. Lucen banderas de terceros países que no se someten a la política exterior de la UE - como Liberia o Panamá - y realizan los transbordos y todas las demás operaciones de mantenimiento en alta mar, siempre en aguas internacionales, para evitar la supervisión portuaria. España ha sido protagonista involuntaria de este fenómeno, pues como ya explicó ABC nuestro país es lugar de paso de este crudo, que en su tránsito hacia China o la India pasa cerca de Ceuta o Gibraltar. Y es un problema económico pero también medioambiental, pues son buques viejos y la UE presupone que escasos en medidas de seguridad, por lo que podría producirse un vertido. Como ya se ha explicado, por el momento poco se sabe sobre estas sanciones, aunque por lo que han explicado la presidencia húngara del Consejo y Úrsula Von der Leyen, presidenta de la Comisión, se sabe que estarán dirigidas contra empresas de terceros países que facilitan esos buques que participan en la flota fantasma. En la última tanda de sanciones fueron 27 los buques castigados, a los que se les prohibió atracar en puertos europeos o recibir cualquier otro tipo de asistencia.