Para entender la importancia de una legislación armonizada en la Unión Europea (UE) sobre envases y residuos de envases basta con observar las cifras de producción y consumo de éstos. Según datos de Eurostat, en 2021, la UE generó 188,7 kg de residuos de envases por habitante, 10,8 kg más por persona que en 2020, el mayor aumento en 10 años, y casi 32 kg más que en 2011. En total: 84 millones de toneladas de residuos de envases, de los cuales el 40,3 % eran papel y cartón. El plástico representó el 19,0%, el vidrio el 18,5%, la madera el 17,1% y el metal 4,9%. Además, en 2021, cada ciudadano generó un promedio de 35,9 kg de residuos de envases de plástico, de los que se reciclaron 14,2 kg. En comparación con 2020, tanto la generación y el reciclaje de residuos de envases de plástico aumentaron, un 1,4 kg per cápita (+4,0%) y 1,2 kg per cápita (+9,5%), respectivamente. Los envases son uno de los mayores consumidores de materiales vírgenes (el 40% de los plásticos y el 50% del papel utilizados en la UE se destina a envases) y representan el 36% de los residuos sólidos urbanos. Su uso cada vez mayor, impulsado por el comercio electrónico y los nuevos hábitos de consumo, unido a sus bajos porcentajes de reutilización y reciclado, obstaculiza el desarrollo de una economía circular con bajas emisiones de carbono. El incremento de los envases ha sido más rápido en los últimos años que el del producto interior bruto, lo que ha disparado las emisiones de CO2 y otros tipos de emisiones, así como la sobreexplotación de los recursos naturales, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación. Para poner freno a ese consumo desaforado e insostenible, tanto la UE, con el Reglamento de envases y residuos de envases, como España, a través del Real Decreto 1055/2022 de envases y residuos de envases, establecen nuevas obligaciones para todos los agentes de la cadena que generan o utilizan envases de cualquier tipo mediante el concepto de responsabilidad ampliada del productor, se fijan nuevos objetivos para regular la cantidad y materiales de los envases tanto generados como desechados y se regulan los objetivos de reutilización, reciclabilidad y reducción del peso de los envases mediante medidas específicas. Entre las principales novedades introducidas en este real decreto se define al productor de producto, al que se equipara con el envasador. La industria encargada de envasar los productos adquiere una nueva responsabilidad: financiar y organizar la gestión de los residuos de envases en los que se venden sus productos. Se entiende por productor de producto a aquellos envasadores o agentes económicos dedicados a la importación o adquisición de productos envasados para su puesta en el mercado. Incluye al titular de la marca de distribución con sede en España, al responsable de la puesta en el mercado de los productos envasados por encargo y a las plataformas de comercio electrónico, para productos de fuera de España, si no se ha designado representante autorizado. La normativa establece objetivos claros de prevención y reducción de residuos, reutilización y reciclaje. Además, se definen obligaciones de información; marcados obligatorios y facultativos; el sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR), y la responsabilidad ampliada del productor (RAP). Los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP), como agentes dinamizadores de la nueva normativa para poder alcanzar los objetivos fijados, contribuirán a asegurar una correcta trazabilidad de todo el ciclo de vida del envase y sus residuos y, con ello, a una gestión más sostenible en ese camino hacia una economía circular y un continente climáticamente neutro. IMPLICA recibió el pasado mes de noviembre la autorización de la CCAA de Madrid para operar como SCRAP en todo el territorio nacional, abarcando a los envases de un solo uso y los envases reutilizables de todos los tipos de sistemas SDR posibles, abiertos y cerrados. Asimismo los códigos de residuos de envases sobre los que actuará el sistema son todos los códigos LER de la serie 15. De este modo garantiza a sus clientes el servicio desde el 1 de enero de 2025, momento en el que comienza la responsabilidad legal de las empresas sobre la gestión de los residuos de los envases comerciales e industriales que ponen en el mercado. La concesión de esta autorización para el desarrollo de la actividad de IMPLICA marca un hito histórico para el SCRAP y es fruto del trabajo desarrollado durante todo este tiempo y de la confianza depositada por sus socios –que actualmente ya superan el medio millar–, por lo que se encuentra totalmente preparado para ayudar a todas aquellas empresas que ponen envases y embalajes en el mercado a reducir los residuos generados y alcanzar los objetivos fijados de prevención, reutilización y reciclaje. IMPLICA, además, introduce la ecomodulación de las tarifas, teniendo en cuenta no solo factores de las características de los envases de los productores, sino implementado medidas para la mejora de la producción de residuos de envases que favorezcan un mejor reciclado y, por tanto, una materia prima reciclada de mayor calidad.
