«Estoy destrozado y aterrorizado con todo lo que está pasando», dice, con el rostro visiblemente entristecido, Luis Eduardo Arroyo , padre de Ismael y Josué , de 15 y 14 años, dos de los cuatro niños desaparecidos junto a Steven Medina (11 años) y Saúl Arboleda (15 años), al tiempo que asegura que sus hijos no pertenecen a ninguna banda ni grupo delictivo. Desaparecieron la noche del 8 de diciembre, en el barrio Las Malvinas, al sur de Guayaquil , después de terminar un partido de fútbol. El dolor de los padres de los cuatro menores desaparecidos que claman por su retorno a casa ha llenado de angustia al Ecuador , que cerrará 2024 con este hecho inconcebible, después de...
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