Esta vez no habrá doble viaje al norte en cuatro días, como ya le sucediera para afrontar los partidos en Orense y Oviedo, pero el Real Betis Baloncesto , sometido a un calendario cargado y sin casi respiro en diciembre y enero, comienza fuerte el año. Más le vale hacerlo con las pilas cargadas porque este sábado visita al Caja Rural Zamora , en encuentro de la decimoquinta jornada de la Primera FEB, y el martes 7 de enero recibirá en San Pablo al Alimerka Oviedo en la vuelta de los cuartos de final del torneo copero, con el billete en juego para la Final Four por el título, que se celebra los días 24 y 25 del presente mes. Vienen curvas sinuosas y el equipo verdiblanco, astillado por las lesiones como ninguno en la categoría y de momento sin refuerzo para el juego interior, tiene que estar preparado para dar la talla y competir como lo hace siempre, sin perderle nunca la cara a los partidos, con el fin de amarrar la primera victoria donde suele flaquear, a domicilio. Aunque se trate de un recién ascendido, el Caja Rural Zamora está lejos de ser una bicoca . Por derecho propio arranca 2025 en la novena plaza, último vagón para el play off de ascenso, con un balance equilibrado de siete victorias y siete derrotas tras pasar por encima el pasado fin de semana del Alimerka Oviedo, al que tumbó por 100-81 con una actuación estelar de uno de sus bases, Jordan Walker , autor de 25 puntos, siete rebotes, tres asistencias, tres recuperaciones y 33 créditos de valoración que le valieron el MVP compartido de la jornada junto a Jayson Granger, del Movistar Estudiantes. Era la primera vez esta campaña que los zamoranos, dirigidos por Saulo Hernánde z , alcanzaban la centena. Tan rotunda victoria hace pensar que el equipo castellano-leonés, que le ha cogido rápidamente el aire a la categoría, se encuentra en su mejor momento del curso. Ha salido vencedor de los tres últimos duelos en su casa, el pabellón Ángel Nieto , y este sábado seguro que sus intenciones pasan por dar la campanada ante el Betis Baloncesto, al que todos los equipos de la categoría reciben en sus canchas con una motivación especial por ser uno de los candidatos al ascenso aunque cada vez parezca más complicado para la tropa verdiblanca hacerlo por la vía rápida. Con 20 partidos por delante, ahora mismo todo apunta a un mano a mano entre el San Pablo Burgos y el Movistar Estudiantes , que sólo acumulan una derrota, pero si a algo ayudan las experiencias pasadas es a no dar nada por sentado con tantos encuentros por delante. Al Betis Baloncesto no debe presionarlo la situación mejor o peor de sus rivales. Debe centrarse en sí mismo y en tratar de superar este momento de la temporada. Que no es malo, pero sí muy exigente y, en cierta medida, delicado, por los problemas ya consabidos en materia de lesiones y porque el equipo, así lo reconoció Gonzalo García de Vitoria tras el triunfo sobre el Naturavia Morón , no está mejorando. Es casi imposible que lo haga con tres inquilinos en la enfermería: Cvetkovic, Álex Suárez y DeBisschop . Todos ellos piezas estratégicas y nucleares para dotar de solidez y consistencia al armazón. Cualquier plantilla se resentiría sin los servicios de estos tres jugadores. Sin embargo, el equipo ya ha demostrado que puede ganar partidos sin su presencia. Lo hizo en Oviedo y también en el derbi provincial aunque sufriendo en ambos casos en los minutos finales porque la gasolina llega hasta donde llega. Contra el Morón, además, se puso de manifiesto una notable debilidad en el rebote (18 en defensa cedió) difícil de corregir ante equipos de ese nivel físico en los tableros, con pívots poderosos. Los tiene también el Caja Rural Zamora con Traore (2,10 metros), Nikic (2,13) y el techo de la Primera FEB, Paukste (2,24). Claro que la envergadura, la presencia intimidatoria y los centímetros son importantes en la captura del rebote, pero si como sostienen muchos entrenadores, esta faceta del juego es también cuestión de hambre, deseo y colocación, en Zamora dispone el Betis Baloncesto de una buena oportunidad para reivindicarse. No sólo de sus hombres altos vive el conjunto de Saulo. Tiene también a buenos 'pequeños' manejadores (Walker, Powell); a un base alto de mucho talento y cedido por el BAXI Manresa (Naspler); y a afilados perimetrales como Hearst, Round o Saintel . Curiosamente, en la plantilla del Caja Rural Zamora sólo hay un jugador de nacionalidad española, el citado Naspler. Ofensivamente, anota 78 puntos de media con un 33% en el triple y un 68% desde la línea de personal. A los rivales les concede 79 puntos de promedio, así que su defensa funciona . Parece que, a semejanza del Naturavia Morón, dispone de más físico que talento en el tiro, pero lo cierto es que viene de endilgarle 100 puntos al Oviedo y esto es motivo del suficiente peso como para que el Betis Baloncesto vaya en estado de alerta, sabedor de que le espera una velada que puede ser de lo más complicada. Fuera de casa, el equipo empieza a toda pastilla , tratando de imponer sus galones para rentabilizar las ventajas adquiridas cuando el nivel físico, como sucede en todos los partidos, se incrementa. Así ganó en Oviedo, apoyado en su tiro de tres, la fórmula que repitió contra el Morón y que contrapesa la pérdida de kilos y centímetros en los tableros. El pívot que necesita el Betis para completar su plantilla aún no ha llegado. Se frustró la opción de EJ Onu y en Zamora tendrán que emplearse a fondo los Rubén López de la Torre, Domenech, Radoncic, Kasibabu y Kulishenko para contrarrestar las bajas de Álex Suárez y DeBisschop . Las opciones del Betis pasan por reparar la fisura del rebote, defender con la solidez que le caracteriza en casa y afinar en el lanzamiento exterior. La receta de siempre. Tres virtudes que puede garantizarle el éxito aunque no lo libren seguramente del sufrimiento ante un debutante en la categoría que se está haciendo notar.