Coches VTC que aparecen calcinados, taxis que amanecen destrozados o con las ruedas rajadas junto a los domicilios particulares de sus propietarios y autobuses que reciben pedradas mientras cubren la línea que conecta la ciudad con el aeropuerto de Sevilla. Estas son algunas de tácticas «criminales» que históricamente han empleado los miembros de este sindicato para controlar el servicio del aeródromo de San Pablo. Un monopolio que nadie ha logrado arrebatarles por temor a las represalias de unos taxistas que en la gremial son coloquialmente conocidos como « los talibanes ». En el año 2016, uno de los autobuses de Tussam que conectaba la urbe con el aeródromo recibió una ráfaga de diez pedradas que le reventaron sus lunas. Durante... Ver Más