Con nombre de mujer y con alusiones al vino, María Vinagres es un nuevo restaurante concebido para que las comidas y las cenas puedan extenderse sin prisa con su correspondiente sobremesa. El local, en el número 6 de la calle Doce de octubre, dispone de un mobiliario cómodo y una decoración actual y cosmopolita que ha gustado mucho. Jesús Jurado , su gerente y propietario, explica que tenían claro que en el marco de esa ambientación tenían que llevar «un plato bueno a la mesa, con una cocina nueva» que, a su parecer, «hacía falta en el Centro a un precio muy acorde con el mercado, con productos de primera calidad». La carta de vinos , con 35 referencias, no contiene en su mayoría vinos comerciales, sino que apuesta por denominaciones de origen (DO) que no son nuevas, pero que no están implantadas en el mercado cordobés. Por ello se abre a las DO gallegas de vinos blancos, la uva godello, la uva mencía, el albariño y Ribeira Sacra. «Nuestra carta de vinos es muy difícil de interpretar, pero muy fácil de beber», sintetiza. Además, da la posibilidad de pedir por copas, tanto de vinos blancos y tintos, como de rosados. Jesús Jurado tiene un amplio bagaje empresarial en hostelería y en este nuevo proyecto apuesta por un público joven, de entre 40 y 50 años de edad), que les ha recibido con los brazos abiertos. La Taberna Doce de octubre , que queda enfrente es suya también, abarca una clientela de un perfil diferente. María Vinagres invita a hacer un viaje por las conservas, salazones y encurtidos en el que reina la variedad. Da entrada a la mazamorra (ha sido unánime el sentir de que está exquisita en todo el que la probado), el salmorejo y las ensaladas. El tartar (de atún o de vaca okelan) y el carpaccio han resultado un éxito esta Navidad, como resalta Jesús Jurado. El local abrió sus puertas hace tan sólo tres meses y la acogida que ha recibido ha sido espectacular. Muchos vecinos, personas que trabajan en los comercios y oficinas de la zona se han convertido en habituales, pero las semanas pasadas les han inundado las reuniones de amigos y amigas porque «la Navidad ha sido excepcional para la ciudad», sintetiza. Una decoración acorde con los tiempos actuales y acogedora, con suelo de madera y mobiliario de mesas y sillas en tonos marrón claro se acompaña con cuadros de figuras femeninas. Tiene habilitada la zona de mesas y una barra. En lo gastronómico las gildas han resultado un éxito, en varios formatos: la gilda piparra (brocheta con piparra, aceituna, pimiento, anchoas y cebolla), y la gilda manchega (piparra con aceituna, queso y anchoas). La carta contempla también ensaladilla, hummus, salazones, conservas y encurtidos, anchoas de Santoña sobre tosta y tomate asado, sardina ahumada sobre tosta y culis de mango, boquerones en vinagre, encebollado y aceitunas rellenas. Además, pulpo a feira, carrillada en salsa, tiras de pollo y el tronco de puerros con filete de sardina ahumada (muy vendido). Sus amplias pantallas de televisión están pensadas para que se vean las emisiones de partidos de fútbol . Abre de lunes a sábado, de 12.00 hasta las 2.00 horas de la madrugada, ininterrumpidamente; y los domingos, sólo de mañana (de 12.00 a 17.00 horas). Los viernes y fines de semana es cuando registra el mayor número de reservas.
