Me encantan los inicios , los nuevos comienzos . Si algo tengo claro es que en esta vida todo son ciclos y eso es una realidad genial. Cada hora, cada día, cada semana, cada mes, cada estación, cada año, son nuevas oportunidades para empezar. Empezar . Que gran palabra. Pero no podemos empezar sin antes terminar. Terminar. Otra gran palabra. Terminar con aquello que no nos hace bien, que no nos ha sido de utilidad o que nos ha restado más que sumado. Terminar con todo aquello que nos duele. El dolor , ese gran consejero. El dolor te indica que algo no está funcionando. No deberías acostumbrarte nunca a vivir con dolor emocional. Empezamos un año y una nueva oportunidad para empezar una nueva etapa . Tengo un consejo para ti, olvídate de los grandes propósitos . Aprovecha este año que ahora empieza para terminar con los tediosos buenos propósitos que son poco realistas y, por ende, poco alcanzables. Olvídate del destino y céntrate en el camino . Se trata de que te no te plantees más perder diez kilos, no sirve, no es útil, no te lleva a ningún lado. No necesitas seguir intentándolo. Te propongo que te plantees un cambio de estilo de vida, pero pequeño, de aquellos que apenas te requieren esfuerzo. Vivir con 1.000 calorías al día es una tortura que no se puede sostener, pero reducir el consumo de azúcar es mucho más factible. No pretendas eliminar por completo el azúcar o los ultraprocesados, tan solo intenta reducirlo. Ponte un azucarillo en el café en vez de dos, vacía el congelador de ultraprocesados y llénalo de guisantes, espinacas y verduras ya cortadas. Olvídate de ir al gimnasio cada día a las seis de la mañana, eso es demasiado esfuerzo y está muy poco integrado en tu vida. Mejor ponte una alarma cada hora y cuando suene haz alguna sentadilla o flexiones. Nada, un minuto a lo sumo. Cómprate unas pesas y déjalas al lado del sofá, cómprate unas gomas elásticas y guárdalas en el cajón del despacho, vende el patinete y cómprate una bicicleta plegable. Se trata de dividir el gran esfuerzo en esfuerzos pequeñitos , integrados en nuestra exigente vida, esfuerzos que no representen un elevado coste ni en tiempo ni en sacrificio. Empieza a ahorrar. Cómprate un termo y lleva tu propio café de casa. Sí, ya sé que dos euros de un café no es nada, pero día a día, café a café acabas invirtiendo alrededor entre unos 400 y 600 € al año. Que sí, que ese momento del café es genial, pero irte de vacaciones con esos euros es mucho más genial. Se trata de que pienses en pequeño, de que utilices el poder de la repetición , de la integración en el día a día, de pensar en como puedes facilitarte la vida , con los recursos que tienes, sin grandes esfuerzos. Aprender un nuevo idioma es muy complicado, empezar a ver series con subtítulos, seguir a cuentas que enseñan ese idioma en las redes sociales y hacer un curso on line ya no supone tanto esfuerzo. Una vez tengas ese idioma aprendido te resultará más fácil conseguir un puesto de trabajo mejor y ganar poder adquisitivo, tiempo o estatus. Paso a paso, cambio a cambio, sin esfuerzos titánicos, guisante a guisante y antes de que te des cuenta, a finales del 2025 tendrás un cuerpo más sano y tonificado, más recursos para progresar en el trabajo y más ahorros o capital para gastarlo como te apetezca. Olvídate de los grandes propósitos y piensa y actúa en pequeño… Puedes descubrir otros consejos de Tomás Navarro ( @tomasnavarropsi en instagram) para poner límites a aquellas personas que nos hacen daño en su obra ' Tus líneas rojas' (Zenith/Planeta). Y además, puedes leer aquí otros artículos de Tomás Navarro en ABC Bienestar .