El sábado amaneció metido en niebla, y aunque a mediodía salió el sol, el ambiente húmedo y frío no se iba a marchar en todo el día. A la hora del partido contra el Valencia, la niebla caía sobre el Sánchez Pizjuán como en una película de terror victoriana, cualquiera en blanco y negro de la Universal, o las de color de la Hammer. Allí mismo, frente al azulejo del Sevilla, en los cines del Nervión Plaza, había quien a la hora del partido se deleitaba viendo el remake de Nosferatu de Robert Eggers. La versión de Eggers es bastante fiel a la original de Murnau, pero el vampiro da menos miedo. Aunque para pasar verdadero miedo, lo mejor era...
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