El Consistorio de la capital gallega ya puede respirar más tranquilo. Este martes ha anunciado que los socialistas compostelanos le han tendido la mano para que pueda salir adelante su proyecto de presupuestos municipales para 2025. Condicionante necesario, el apoyo del PSdeG, teniendo en cuenta la minoría de ediles con la que gobierna la coalición BNG-Compostela Aberta en la ciudad y la futilidad de intentar granjearse la ayuda de los populares, contrarios a la gran mayoría de sus políticas. En cualquier caso, las cuentas aprobadas casi alcanzan los 146 millones euros y apuestan, en palabras del Concello, «por un modelo de ayuntamiento transformador acorde a las demandas del vecindario, del tejido social, económico y cultural» con cuatro ejes: servicios públicos, políticas sociales, mantenimiento de equipamiento municipal, transformación urbana y rural, y accesibilidad y movilidad. Un plan, asegura el Ayuntamiento, que estará «a la altura de la capital de Galicia». Por un lado, la inversión en la calidad de los servicios propone definir el modelo de gestión del ciclo del agua y habilitar una comisión regular pareja; impulsar «de manera decidida» la licitación del contrato de transporte público; y crear una reserva para licitar nuevos centros socioculturales. También, en colaboración con la Xunta y la Diputación, se prevé financiar la creación de un nuevo parque comarcal de Bomberos; y dar cumplimiento a los acuerdos con consellerías que prevén actuaciones que afecten al aparcamiento y la movilidad en el entorno del CHUS. Por lo demás, se incrementará «todo lo que sea posible legalmente» la dotación de personal en los servicios con mayor déficit, caso de la Policía Local y los Bomberos. En el apartado social se incluyen «importantes partidas» que habilitarán, entre otras propuestas, dos nuevas convocatorias de los Bonos Corazón, dirigidos a apoyar el comercio de proximidad. Con esta misma finalidad, «y con la de disfrutar de más espacio de socialización y disfrute de la ciudadanía», se instalarán dos párklets -extensiones de la acera- en la ciudad. Al hilo, se desarrollará con «la mayor brevedad» la ordenanza para cobrar la anunciada tasa turística, y también un plan anual de conciliación para las familias con escolares, desde la habitual formación para jóvenes en educación sexual y afectiva hasta un programa específico de cuidado y refuerzo de la salud mental. Los trabajos de conservación y desarrollo urbanístico que prevén las cuentas aprobadas impulsarán «de manera decidida» la constitución de una empresa municipal que gestione vivienda y suelo «y cuya orientación primará la rehabilitación para ofertar viviendas en alquiler, sin excluir la promoción de nueva vivienda en suelo urbanizable no consolidado». También se finalizarán los trámites para solicitar que la Xunta declare Santiago como zona de mercado residencial tensionado y se realizarán diversas obras de reurbanización «que se adapten a las necesidades del tiempo actual, con la supresión de barreras arquitectónicas y espacios de mayor calidad, para favorecer lugares de encuentro entre el vecindario» -calles García Lorca, Ponte de la Reina y Mallou-. También se acuerda blindar con más de un 1,5% del total al Pacto por el Rural y, «teniendo en cuenta el hecho de ser la última oportunidad de un desarrollo urbanístico de cierta envergadura en el Ensanche», los grupos firmantes se comprometen a trabajar negociar con el Estado y la propietaria de la parcela del Peleteiro para cosechar un acuerdo que la desbloquee. Otros 'deberes' ya marcados: se impulsará el concurso internacional de ideas para el proyecto del eje A Senra-San Caetano, el conector central de la ciudad, se avanzará en la apertura de la conexión entre la calle de los Basquiños y la de Arzúa - prevista desde 1989-, se ejecutará la senda de A Gracia y se completará el tramo vial de Casa do Rego. Por último, el cuidado de equipos e infraestructuras se centra en cinco puntos: Renovar el césped del campo de fútbol de Villestro, impulsar el proyecto para edificar un complejo deportivo en Santa Marta, reformar los parques infantiles de las calles Lisboa y Manuel Beiras, construir el parque infantil de Angrois, y gestionar junto a la Xunta la cubierta del pabellón deportivo del CEIP de las Fontiñas.
