Se trata, ciertamente, del título de la conocida novela de Dostoievski, en la que la gente humilde logra resistir, merced a su bondad y a su fe, aunque no sin grandes sufrimientos, los agravios de unos poderosos corrompidos por el nihilismo. Un tema muy decimonónico y muy ruso, que se ha vuelto, por desgracia, universal y plenamente actual, y que probablemente explique que se haya atribuido falsamente a este autor esa cita compartida hoy profusamente por quienes esperan, no menos humillados y no menos ofendidos, un cambio del estado de cosas que padecemos, la cual es realmente una paráfrasis de la paradoja de la tolerancia de Popper: «La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar...
Ver Más