La visita oficial de Isabel Díaz Ayuso a Perú comenzó ayer con un fuerte contenido social: con la visita de la presidenta al asentamiento humano Juan Pablo II, una humildísima barriada de la localidad de San Juan de Lurigancho, a apenas 12 kilómetros de Lima. Allí, Ayuso pudo conocer de primera mano el programa 'agua de Emergencia y Hambre Cero', de manos del alcalde de la localidad, Rafael López Aliaga. Gracias a este plan, se ha conseguido llevar el agua potable a las zonas más alejadas, pobladas y vulnerables de la ciudad, a estos suburbios en los que se ha acumulado la población durante las últimas décadas. Mediante motobombas, se ha conseguido subir el agua desde las partes más bajas de la ciudad hasta las cumbres de los cerros, donde se agolpan las infraviviendas, y depositarla allí en depósitos para el suministro de la población. De este modo, se ha podido favorecer a más de 20.000 modestos pobladores de este asentamiento. Durante la visita a Perú, la presidenta regional ha tenido también ocasión de conocer cómo se ha establecido en el país Hispanoamericano el Programa Vigía del Canal de Isabel II, que se implantó en la región en plena pandemia del Covid para controlar el nivel de virus presente en las aguas residuales, y poder así atajar el avance de la enfermedad y sus contagios. En Perú, este sistema de supervisión de aguas residuales ha sido desarrollado por técnicos del Canal de Isabel II, ayudando a la monitorización epidemiológica y a la obtención de agua a partir de su regeneración. Según informaron fuentes de la Real Casa de Correos, más de nueve millones de habitantes de la capital peruana y de Callao disponen de esta herramienta para el control del virus en sus aguas residuales. Este sistema fue explotado a la capital peruana y a la ciudad de Callao en 2021. Los técnicos del Canal lo han implementado allí, en colaboración con profesionales del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (SEDAPAL). En total, han sido 50 personas de ambas empresas las que han colaborado durante tres años para implantar tanto el software de análisis de la información como la metodología de toma de muestras, análisis e interpretación de resultados de este novedoso sistema. En paralelo, también han ayudado a los técnicos peruanos para mejorar la obtención de agua a partir de su regeneración, incrementando su reutilización, y se han desarrollado otras actividades para la gestión del conocimiento a través del IHE Delft Institute for Water Education de la UNESCO, que busca el intercambio de buenas prácticas entre países. En una segunda etapa de su viaje, la presidenta madrileña ha reivindicado el papel de la Hispanidad, con más de 600 millones de personas que comparten una forma de ver la vida «alegre y humana». Es fundamental, en su opinión, para buscar «alianzas» y hacer «de este mundo un lugar mejor». Díaz Ayuso volvió a hacer una defensa cerrada de los lazos que unen a España con los países hispanoamericanos y que les hace compartir «una forma alegre, mestiza, brava de ver la vida». Como ejemplo, puso ese asentamiento humano Juan Pablo II, «donde hay población que está sumida en la pobreza y, sin embargo, es alegre, es amable, es humilde. Eso hace una forma de ver el mundo que nos representa a todos. Y desde que llegué como presidenta a Madrid siempre quise reivindicarlo porque esto es así». También defendió el papel de Madrid como «la casa de tantos peruanos que han dejado su tierra atrás por distintos motivos y ahora son un madrileño más también». Son, concretó, más de 150.000 personas «cuyos hijos y mujeres irán a hospitales, irán a universidades como cualquier madrileño, porque allí también tienen su casa».
