El despliegue planetario de la red 5G requiere de fuertes inversiones públicas y, en todo caso, de la indispensable colaboración público-privada. En este sentido, una red pública 5G pertenece y está operada por un solo operador de telecomunicaciones, como sucede en las redes 'tradicionales'. En el caso de las redes 5G 'neutral host', una red privada puede ser compartida por diversos operadores, proveedores de servicios y usuarios, lo que contribuye a mejorar la eficiencia de los procesos. Esta conexión entre servicios y clientes cuenta, por lo tanto, y con especial desarrollo en los últimos tiempos, con una presencia cada vez mayor de los 'neutral hosts', que defienden su aportación a una mayor seguridad de la conexión o privacidad, y una especial indicación para empresas con actividad crítica, empresas públicas (hospitales, estadios, puertos...), 'smart cities', etc. Así sucede en el caso de Boldyn , uno de los mayores proveedores de infraestructuras de redes compartidas del mundo y pioneros en Europa en la implementación de redes privadas 5G (más de 60), un escenario internacional en el que también figuran compañías como, entre otras, Cellnex Telecom o American Tower. «Tenemos un plan muy ambicioso en España (señala David de Celis, country manager Spain de la compañía), ya que es uno de los mercados más interesantes y con más potencial de crecimiento de Europa, aunque nuestra industria necesita consolidar su digitalización para ser más competitiva a nivel internacional». Por ello, la compañía aporta la denominada 'primera capa' para poder desarrollar casos de uso, «además de acelerar las redes inalámbricas y asegurar una conectividad de gran calidad con redes 5G privadas diseñadas exclusivamente para nuestros clientes». «Esta infraestructura (añade de Celis) permite a empresas y administraciones públicas abordar su transformación digital desde la vanguardia tecnológica, asegurando una conectividad fiable y sin fisuras, conectando a las personas y los diferentes activos con la máxima seguridad». Un desempeño en el que prevén doblar la inversión en los próximos años, con un mayor y mejor posicionamiento en los sectores estratégicos, así como aumentar su portfolio de servicios. Con esta opción, el enorme espectro de las telecomunicaciones puede ver atendido varios de los frentes en los que la misión de la conectividad pueda resultar especialmente compleja, sea en los denominados 'espacios públicos de alta densidad' como en eventos temporales, áreas rurales, infraestructuras críticas, etc. También se aplica en los 'verticales industriales', en los que son cada vez más importantes el internet de las cosas industrial , la automatización, la robótica, etc. Estos son objetivos del trabajo de investigación de 5Tonic, laboratorio de investigación fundado por Telefónica y por Imdea Networks (situado en las instalaciones de este último, en Leganés). Ignacio Berberana, senior research engineer de 5Tonic, destaca la importancia, en este sentido, «de permitir que múltiples operadores de redes móviles las utilicen sin sesgo, en un espectro utilizado en esta infraestructura que sigue siendo el espectro licenciado de los operadores. Este modelo también presenta desafíos únicos, como la necesidad de garantizar la separación de datos entre operadores que comparten la misma infraestructura y, posiblemente, una menor resiliencia». Eso sí, Berberana señala el balance de oportunidades y amenazas de esta opción de modelo de despliegue de redes móviles. «Por un lado (comenta), estas redes compartidas pueden reducir significativamente los costes de despliegue y operación en áreas de alta demanda donde no es viable que cada operador disponga de su propia infraestructura (estadios, aeropuertos, redes de metro,…) o donde el caso de negocio no justifique la inversión en el despliegue de la red por cada operador (como zonas de baja densidad de población, rurales o de difícil acceso), permitiendo una expansión más eficiente de la cobertura». Sin embargo, en la mayoría de los entornos «el modelo de despliegue de redes móviles 'neutral host' resulta menos eficaz que un enfoque en el que cada operador despliega su propia red según las necesidades del mercado y la demanda». Víctor Jiménez, presidente de la Comisión de Conectividad de Ametic, apunta, por su parte, cómo estas soluciones «ofrecen una alternativa interesante en determinados entornos, en los que contar con una infraestructura de red móvil dedicada por cada proveedor de servicio no es la más eficiente, bien sea por razones técnicas (capacidad de desplegar la infraestructura, complejidad), administrativas (permisos, licencias), ambientales ( reducción de la huella de carbón ) o económicas (optimización de costes)». Y añade a los ámbitos ya comentados los propios de centros comerciales o campus empresariales. «Otra derivada asociada a las soluciones 'neutral host' (añade Jiménez) es la flexibilidad en el modo de explotación o gestión. Se pueden dar casos en donde uno de los operadores quiera tomar la gestión de la infraestructura y proporcionar un servicio adicional a los otros operadores». Más opciones: que una empresa independiente gestione la infraestructura, como puede suceder en casos de los dueños del espacio físico donde se ubican los estadios, edificios, aeropuertos, etc. El debate, por lo tanto, se centra en aspectos sobre la capacidad de sinergias entre opciones, sobre la idoneidad de su aplicación en diferentes entornos y, en todo caso, sobre su contribución en tiempos de transformación digital. Sobre el terreno, representando a profesionales que trabajan en estos desarrollos, Luis Miguel Chapinal, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación, comienza señalando el ámbito general (en el que toda aportación es bienvenida): «Con las especificaciones definidas por normativa, es posible que las redes 5G proporcionen todo su potencial para disponer de servicios de alta calidad como videollamadas sin retardos, juegos en línea con una latencia mínima, nuevas aplicaciones de realidad aumentada y virtual, llamadas holográficas, soporte al coche autónomo , operaciones quirúrgicas en tiempo real a distancia... pero para ello, es necesario por parte de las operadores el invertir en redes que incorporen mejoras en el procesamiento de datos». Implementar mejoras en el 'edge computing' (computación en el borde) y en el 'network slicing' (redes virtuales sobre una infraestructura común compartida), invertir en capilarizar las redes para una mejor (y más real) cobertura de 5G… En este entorno, Chapinal destaca que «es necesario que la implantación de redes privadas de 5G avance en la industria. Aunque ya hay reserva de espectro para redes de ámbito local en régimen de autoprestación o redes privadas de 5G de 450 MHz en la banda de 26 GHz y 20 MHz en la banda de 3,4-3,8 GHz, todavía son escasas las empresas que han incorporado o están planificando en sus inversiones el uso del potencial del 5G en sus procesos productivos». El especialista destaca, además, diversas experiencias en este sentido como las emprendidas en la química BASF, en la planta de producción de Ford, en el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) o en INZU Group, como entidades pioneras en el uso de las redes 5G privadas en España. Parte de un despliegue en el que lo público y privado deben convivir para forjar un mejor universo de telecomunicaciones.