Barcelona acaba de arrancar unas importantes obras en el centro de la ciudad que son necesarias para que que avancen los trabajos de ampliación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) pero que, a efectos prácticos, generarán por el momento una gran afectación entre el tráfico rodado. El vehículo privado que pasa por la zona afectada , un punto de paso entre muchos de los que entran o salen de la ciudad, tendrá que modificar sustancialmente su trayecto habitual. Y es que, para ir trabajando en la futura conexión de las líneas de FGC del Vallès y Llobregat-Anoia por Francesc Macià (conocida técnicamente como la prolongación de la L8 y que implicará un nuevo tramo de 4 kilómetros y tres nuevas estaciones), desde el lunes 20 de enero y durante un año, según los cálculos actuales, quedará cerrado al tráfico rodado un tramo de la calle Urgell próxima a Francesc Macià. La afectación, como recuerdan fuentes del departamento de Territori y Sostenibilitat de la Generalitat, responde a la construcción del recinto del pozo de la futura estación de Hospital Clínic de la prolongación de la L8. En la zona afectada se construirían, entre otros aspectos, pantallas de más de 80 metros y se usarán máquinas pesadas que ocuparán buena parte de la superficie. En concreto, se cortará el tramo en sentido montaña entre las calles Rosselló y Còrsega. Estas actuaciones requieren de que, durante un periodo «aproximado» de 12 meses, esa calle quede sin tráfico. El Ayuntamiento estima que son cerca de 32.000 los vehículos que pasan diariamente por el corte de Rosselló y reconoció hace unas semanas su intención de intentar acabar las obras antes de las Navidades de 2025. Los peatones podrán seguir usando las aceras pero no el tráfico rodado. Para minimizar las afectaciones, las autoridades han establecido un itinerario alternativo . Así, se cambiará de sentido la calle Rosselló entre Urgell y Calàbria, de forma que todo el tráfico que suba desde Urgell girará a la izquierda hacia Rosselló, para seguir el itinerario por las calles Calàbria , Londres, Gelabert y Entença hasta llegar a la avenida Diagonal. Además, en el itinerario de entrada a la ciudad, el Ayuntamiento prevé reforzar el giro desde el tronco central de la Diagonal hacia la calle Numància, con la obligatoriedad de hacerlo en dos de los tres carriles, y cortará un carril de la Diagonal entre Numància y Francesc Macià para hacer más evidente la necesidad de girar. Estos vehículos deberán bajar hasta la calle París para seguir su camino hacia el Eixample y la zona norte de la ciudad. Además, se habilitará un carril de bajada en el primer tramo del lado mar de la avenida Josep Tarradellas para permitir el giro hacia la calle Comte Borrell y el posterior giro hacia la calle Buenos Aires. Además de este corte, el Govern ya ha avisado que a partir del 23 de febrero habrá nuevas afectaciones en otro punto de la calle del Comte d'Urgell, en el tramo entre la plaza Francesc Macià y la calle de Buenos Aires, para ejecutar el pozo de la futura estación de Francesc Macià. Por este tramo pasan a diario unos 18.000 vehículos. El corte comportará también afectaciones en las líneas de bus que pasan por la zona con cortes. La línea V11 se desviará por la calle Casanova y dos de sus paradas en Urgell quedarán anuladas y algo similar ocurrirá con la línea nocturna N11. Para planificar mejor las rutas en esta época de afectaciones lo mejor es consultar canales oficiales del estado del tráfico en Barcelona o de los operadores de transportes públicos. Además, apps móviles como Moovit serán de gran ayuda para encontrar el trayecto recomendado.