La Charca de Suárez ocupa una extensión de trece hectáreas en la vega del río Guadalfeo, en Motril . Aguas subterráneas crean unas lagunas de agua dulce en las que anidan aves acuáticas procedentes de toda Europa. También es un punto de emigración para especies como el flamenco. Es una zona protegida, pero desde este martes 21 de enero lo es aún más, porque el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado su declaración como Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) La propuesta ha partido de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, que ha entendido la necesidad de salvaguardar y acometer un plan de gestión para un espacio, compuesto por ocho lagunas , «que alberga una rica biodiversidad, incluyendo especies de aves acuáticas como la focha moruna, el porrón pardo o la cerceta pardilla, así como rapaces como el aguilucho lagunero, además de contar con especies invernantes como el andarríos chico, el ánade azulón o la garcilla bueyera, entre otras». La Zona Especial de Protección para las Aves es una catalogación ideada por la Unión Europea para «conservar la avifauna amenazada de extinción y salvaguardar sus hábitats«. En esos lugares especialmente preservados, la caza de las aves está limitada o directamente prohibida. El decreto que ahora aprueba el Consejo de Gobierno busca no sólo amparar a la Charca de Suárez, que ya estaba considerada como Reserva Natural Concertada , el grado inmediatamente inferor del que se le confiere a un Parque Natural. Aspira a «ampliar la protección a terrenos colindantes que, debido al cese de actividades agrarias, han proporcionado condiciones óptimas para la presencia de aves y flora palustre». «La inclusión de estas áreas refuerza el compromiso de la Junta de Andalucía con la conservación de hábitats y especies de interés comunitario. La declaración como ZEPA se enmarca en los objetivos de la Red Natura 2000 , una iniciativa europea destinada a garantizar la supervivencia de especies y hábitats prioritarios y que incluye 311 espacios protegidos en Andalucía, que representan 2,9 millones de hectáreas y la consolidan como líder nacional en superficie protegida«. Junto con la declaración de ZEP se aprobará también el Plan de Gestión del espacio, que tendrá una vigencia indefinida. Este documento contempla medidas clave para preservar el entorno, tales como la identificación de amenazas, el establecimiento de objetivos de conservación y la evaluación continua de las acciones que se lleven a cabo. Entre sus prioridades, ha incidido la Junta, se encuentran la protección de especies amenazadas, como la cerceta pardilla y la malvasía cabeciblanca, y la mejora de las condiciones del hábitat para fomentar la nidificación de estas aves. Además, prevé la regulación de actividades humanas para garantizar un equilibrio entre conservación y desarrollo local. El proceso de tramitación del decreto incluirá fases de información pública y audiencia, garantizando la participación de la sociedad y los actores locales. «Este enfoque participativo refuerza el compromiso de la Junta de Andalucía con la transparencia y la implicación ciudadana en la protección de su patrimonio natural», ha añadido el organismo autonómico.
