Hay personas que miden su vida a través del trabajo, de los cambios, de los viajes o de los hijos. Para Rafael Ortiz y Rosalía Gómez la vida se mide en cuadros, en artistas y proyectos que han pasado por su galería durante los últimos cuarenta años. 'Un sílbido al viento. 40 años de la galería Rafael Ortiz' es algo más que la exposición que se acaba de inaugurar en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS), es el relato de toda una vida a través de sus protagonistas: los artistas. Las salas de la primera planta del CICUS parecen una reunión de antiguos alumnos, o de amigos, con algunas ausencias muy notables. Las obras de la galería Rafael Ortiz, la mayor parte de la colección privada de Ortiz/Benítez, están en tres grandes salas. Y rondando alrededor de ellas, artistas de varias generaciones recordando su primera exposición en la galería, como Curro González , o la próxima que va a hacer en el Instituto Cervantes, como Fernando Clemente . El que fuera director del Real Alcázar y del IAPH, Román Fernández Baca conversa con la directora del Bellas Artes, Valme Muñoz , y artistas como José María Báez y Dorothea von Elbe en diálogo con el arquitecto Antonio Cruz en el patio de CICUS, mientras el diseñador Manolo Ortiz, hermano del galerista, también recorre las salas. El centro universitario se ha convertido en un oásis de las artes plásticas gracias a esta muestra conmemorativa que, como dice el director del centro, Luis Méndez , «se hace aquí porque son vecinos, porque hemos tirado muchas veces de ellos y siempre están a nuestra disposición, y sobre todo, porque siempre están atentos para difundir la contemporaneidad en una ciudad distinta a la que se vende a los turistas». Destaca Méndez además, cómo la galería siempre atiende a los universitarios, «yo fui uno de esos estudiantes que nos acercábamos cuando estábamos en la facultad a la galería Rafael Ortiz, y el galerista se paraba con nosotros, nos explicaba la obra, hablábamos sobre el artista, y eso es muy de agradecer, Algo que sigue haciendo». Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de gente que deambulaba por las salas expositivas de CICUS sin miedo a la lluvia, se echaban en falta estudiantes de Bellas Artes y también galeristas. Sí estaba Julio Criado, de la galería Alarcón-Criado quien confesaba estar muy feliz del cambio de su establecimiento, que del Arenal se mudó a Triana hace unos meses, junto al Centro Cerámico. «Es otra forma de vida y entra muchísima gente. Estamos contentísimos», decía Criado. En las salas corrillos de artistas, Ignacio Tovar hablando con seguidoras de su obra, mientras en tertulia compartida, José Miguel Pereñíguez, Jesús Reina, Rubén Guerrero, Ramón David Morales, Javier Buzón, Juan Suárez, Jesús Palomino, Angela Mena, Javier Martín, José María Bermejo, Paz Pérez Ramos, Pablo Sycet, Rafa Enterría, Jorge Thuiller recien llegado de Madrid, entre otros. Pero había ausencias como Luis Gordillo que no ha podido venir, o más dolorosas como las de los fallecidos Carmen Laffón o Gerardo Delgado de quien por cierto se presentan en unas vitrinas, unas increíbles libretas de dibujo. De Carmen Laffón estaban sus sobrinos quienes hablaban con Fernando Franco, empresario que fuera uno de los mecenas de las Bienales de Arte que potenció en su primera edición Juana de Aizpuru. Del Equipo 57 uno de los bastiones galerísticos de Rafael Ortiz y que año tras año es protagonista de su stand en la Feria Arco, hay en esta muestra una pieza de un coleccionista privado, aunque Ortiz tiene en el patio de su casa junto a una fuente obra de Guillermo Pérez Villalta, un banco diseñado por el Equipo. Otra ausencia dolorosa, pues de los cinco tan sólo sobrevive Juan Cuenca, quien por cierto también ha expuesto recientemente en la fundación Komun, en la misma calle Madre de Dios, a dos pasos de CICUS. Rafael Ortiz va de un corrillo a otro, de un artista a otro, recorriendo la pluralidad de sus programaciones anuales que siempre han contenido artistas consagrados y algunos nuevos a los que siempre apoya, «porque Ortiz ha contribuido al desarrollo de las carreras de muchos artistas andaluces y sobre todo al enriquecimiento del arte contemporáneo en Sevilla, una ciudad para eso muy difícil», asegura Luis Méndez. La exposición 'Un silbido al viento'es el reconocimiento colectivo, por un lado, a los artistas que confiaron en la galería, a los coleccionistas privados e institucionales que apostaron por el arte contemporáneo, y sobre todo, a los visitantes que, con su mirada, completan el ciclo de creación. 'Un silbido al viento. 40 años de la galería Rafael Ortiz' Dónde: CICUS. calle Madre de Dios, 1 Cuándo: desde el 22 de enero al 1 de abril Horario: De lunes a sábado de 8 a 22 horas. Domingo, cerrado Entrada: libre