El Atlético de Madrid hizo suyo el mantra del mítico Helenio Herrera, que ganó dos ligas al frente del conjunto rojiblanco y presumía de que al fútbol se jugaba mejor con diez jugadores que con once. Hasta la expulsión de Barrios, la superioridad del Leverkusen era incontestable. Desde entonces, a partir de defensa, coraje, corazón y inestimable ayuda del Metropolitano, que rugió de lo lindo, los colchoneros se agarraron al encuentro y remaron hasta el doblete de Julián Álvarez que culminó la remontada. Unos segundos 45 minutos «encomiables» que dejan enormemente satisfecho a Simeone. «En la primera parte el equipo no jugó bien. En la segunda, identificaron perfectamente el partido que tenían que jugar y sacaron partido de todo lo...
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