La croqueta es uno de los platos estrella de la gastronomía española. Las hay de todos los tipos: de setas, de quesos, de rabo de toro, de gambas... pero quizás las más populares sean las de jamón . Esta tapa puede ser una de las más demandadas en los bares y restaurantes, pero también se pueden hacer en casa sin demasiada complicación. Lo esencial es que queden cremosas por dentro y crujientes por fuera. Para ello es importante no sólo la materia prima sino también el orden de los pasos. El televisivo cocinero Alberto Chicote compartió en sus redes sociales su secreto para que salieran perfectas y así poder sorprender a los comensales. Aunque el post de Instagram es de hace años no pasa de moda. «¿Listos para triunfar?» , posteó el chef. Lo primero es poner un litro de leche y 200 gramos de nata en un cazo con tapa «y un par de huesos de jamón» . A continuación hay que dejar que cueza tapado durante 20 minutos y mientras se puede picar unos 150 gramos de jamón muy fino. A continuación lo que hay que hacer es poner, en la cazuela donde se vayan a hacer las croquetas, 100 gramos de mantequilla y 40 gramos de aceite de oliva virgen extra, junto con una cebolla de unos 200 gramos bien, bien picada. Serán 10 minutos a fuego suave. Después hay que incorporar el jamón y dejar cinco minutos más . Cuando está listo hay que incorporar la harina: «Dejamos que se haga todo junto, moviendo para que no se tueste de más durante unos 5 minutos». Una vez listo es el momento de ir poniendo la leche con el sabor de los huesos poco a poco. «No añadimos más hasta que la leche que hayamos añadido no se haya ligado bien» , destaca. Cuando esté todo integrado hay que hervir «muy suave durante 10 minutos» y sazonar al gusto. Es el momento de dejar enfríar y bolear la masa. Y es aquí cuando llega el truco para que queden perfectas, según Alberto Chicote: «Las empanamos pasándolas, por este orden, por harina (muy poca), huevo batido y pan rallado en último lugar» . Por último hay que freír entre 170 y 180 grados. Con esta receta Chicote promete «triunfar» y deleitar a los invitados con uno de los platos más populares y demandados de la gastronomía española.