Dijo Mbappé el pasado martes, en su primera rueda de prensa en Valdebebas, que la vida le sonreía y que estaba muy feliz. Y la gente que es feliz hace mucho mejor su trabajo. Lo bordó el francés ante el Valladolid. Otra muestra más de que ahora ya sí es el Mbappé que todos esperaban: «Feliz por el hat-trick pero más por la victoria. Era importante ganar hoy después del empate del Atlético. Y teníamos que jugar bien. Metimos el primer gol en una acción colectiva y en la segunda parte hay diez minutos que podemos jugar mejor, pero metimos el segundo, gestionamos bien e hicimos el tercero», analizó el francés. Su periodo de adaptación ya es historia. Lejos quedan aquellas actuaciones tan erráticas impropias de un jugador de su talento. Está con confianza. La misma que tiene a la hora de hablar ese castellano que parece de Sanlúcar de Barrameda : «Dije el primer día que puedo jugar en las tres posiciones de ataque, pero que tenía que adaptarme al equipo. Ahora las dos cosas están claras. Me salen los movimientos de forma natural», explica. Como naturalidad le da a sus goles y la posibilidad de ser pichichi. Para él, lo relevante no son los números individuales: « Vinicius y Rodrygo dijeron que me quieren ayudar a ser pichichi. Yo lo que digo es que tengo que ayudarles a ellos y a todo el equipo. Lo que queremos es que el Madrid gane. Si soy pichichi muy bien. Lo he sido muchas veces en mi carrera, pero lo que quiero es ganar títulos». Como por ejemplo la Liga. Ha cogido carrerilla el Madrid en el torneo doméstico, pero Ancelotti corta cualquier conato de levantar los brazos. En la jornada 21 nunca se ha ganado una Liga: «Hay que tener un poco de equilibrio. Lo hemos hecho bien en la Liga en el último periodo, pero es demasiado larga para pensar que está acabada. Solo tenemos una pequeña ventaja y hay que aprovecharla en los próximos partidos». El italiano está contento por la buena dinámica del equipo y le gustó cómo gestionaron sus jugadores el partido ante el Valladolid : «Todos los partidos tienes que pelearlos y competirlos porque todos los equipos intentan ganarnos. Se podía pensar que era un partido sencillo, pero eso lo pensamos después. El equipo ha manejado bien el partido, no hemos tenido prisa para forzar las jugadas y cuando hemos abierto el marcador ha sido menos complicado de lo normal». «Tenemos que mantener esta línea de buen funcionamiento y resultado para que no pase lo que pasó en la final de la Supercopa», sentencia Valverde.
