Mi amigo Enrique Ballester, nuestro Camba en Castellón, siempre dice que uno tiene que ir a conocer a sus futuros suegros llevando unas zapatillas de velcro. De esta manera, la primera impresión que se llevarán de ti es que ni siquiera sabes atarte los cordones en condiciones. Que te falta un verano, vamos. Que juegas con diez. Entonces, a partir de ese momento, ya solamente puedes mejorar . Cualquier cosa que hagas y digas durante la cena y en posteriores encuentros les sorprenderá sobremanera, pues venían de pensar que eras lelo. ¿Tienes carrera? ¿Empleo fijo? ¿Aún no has perdido el derecho a voto? ¿Puedes firmar documentos legales sin la supervisión de otro adulto? Todo les parecerá un logro elogiable, una...
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