Un máster es un factor diferenciador en el aspecto académico-formativo en el mercado laboral actual. A su vez, vemos cómo la oferta de másteres evoluciona continuamente para alinearse con las demandas de dicho mercado laboral, cada vez más cambiante. Como señalan desde UCAM, las carreras universitarias te dan una base necesaria sobre un área, pero es el máster el que te ayuda a focalizarte en una especialidad. Algo muy valioso al buscar trabajo . Las habilidades que se adquieren, con un enfoque práctico y técnico, serán utilizadas en el entorno laboral. El proyecto U-Ranking, iniciativa de la Fundación BBVA, estudia distintos indicadores del sistema universitario español, entre ellos el de la empleabilidad. El análisis de los resultados de afiliación a la seguridad social de los titulados universitarios muestra que uno de los factores que contribuye a la mejora de la inserción laboral es ampliar los estudios con un máster . «Las ventajas de los titulados de máster sobre los de grado se observan, sobre todo, en el ajuste del puesto de trabajo al nivel de estudios cursados y en los salarios obtenidos», afirma uno de los autores del documento, Joaquín Aldás, quien es investigador del Ivie. Indica que el 77,1% de los titulados con un máster se ha empleado en un puesto en el que se cotiza en el grupo de titulados universitarios (en ocasiones, porque existen regulaciones profesionales que así lo exigen, como en el caso de los profesores, la abogacía o las ingenierías), mientras que ese porcentaje es del 61,9% entre los egresados de los grados. También un máster otorga ventajas salariales, según los datos analizados, «la base de cotización media de los másteres es un 11% superior a la de los graduados». Irene Zaera, técnica de Investigación del Ivie e igualmente autora del informe, señala que los titulados de máster han duplicado su peso sobre el total de egresados, al pasar de representar un 22% en 2013 a un 42% en 2022. En el curso 2022-23, 153.119 personas obtuvieron un título de máster oficial , el 53% en una universidad privada. «El aumento de titulados de máster está liderado por la rama de las ciencias sociales y jurídicas», resalta. El análisis de los 153 campos de estudio en los que se agrupan las titulaciones de máster «permite observar que los mayores cambios se producen en determinadas áreas, resaltando la tendencia de crecimiento en campos profesionales regulados (que requieren un máster habilitante) o vinculados a la empresa», añade. Ambos investigadores señalan que los másteres tienen más flexibilidad para adaptar sus planes de estudio que los grados y, sobre todo, más flexibilidad para el acceso de estudiantes procedentes de otros países al no tener las restricciones de las pruebas de acceso del grado. «Esta capacidad de adaptación permite que los programas de máster se adapten más rápidamente a las necesidades cambiantes de las empresas y del mercado laboral», resaltan. A su vez, recuerdan que no debe olvidarse que no solo existen másteres universitarios planteados como continuidad de los grados, «sino que también estos másteres se plantean como continuidad en los procesos de formación continua del personal de las empresas». Es decir, esta doble vertiente, «obliga a estar en la vanguardia del conocimiento práctico si han de ser útiles al mundo empresarial». Este informe muestra también que, por lo general, los másteres asociados a las ramas de enseñanza de las ciencias de la salud y de ingeniería y arquitectura presentan los mejores niveles de afiliación y bases de cotización. «Entre los másteres de ciencias de la salud con mayores tasas de afiliación se encuentran el máster en Psicología general sanitaria (habilitante) y de enfermería», apunta Joaquín Aldás. En ingeniería registran tasa de afiliación superiores al 82% los titulados de másteres relacionados con las tecnologías industriales y con la ingeniería agrícola. «Los másteres con mayores bases medias de cotización anual (por encima de los 41.000 euros) son los de gestión sanitaria, bioética y diseño y administración de bases de datos», resalta el investigador. David Ruiz de Olano, profesor de Deusto Business School y director académico del EMBA online, tiene claro que el máster es un factor clave a la hora de diferenciarse en el mercado laboral. «Especialmente en un mercado tan competitivo e internacional donde la movilidad de los estudiantes y las exigencias de las empresas son mayores», subraya. Un máster aporta conocimientos especializados y habilidades prácticas que permiten a los profesionales asumir roles estratégicos y tener una visión más completa que los graduados. «Además, estudiar en una escuela de prestigio amplía la red de contactos y mejora la proyección internacional, convirtiéndose en un factor diferenciador clave», comenta al referirse a los alumnos de su escuela. En ella han verificado el aumento del interés por este tipo de estudios en los últimos años. «La transformación de los mercados laborales, las demandas de especialización y el enfoque en habilidades digitales y sostenibles han impulsado el interés en programas de máster, especialmente en áreas como gestión, tecnología y liderazgo ético. También el hecho de que los grados se hayan reducido en tiempo, provoca la necesidad de especializarse en profundidad», reflexiona el docente. Resalta el hecho de que la oferta de másteres se esté adaptándose constantemente a las necesidades de la empresa . «Programas como los de Deusto Business School integran temas como sostenibilidad, digitalización, big data, IA, ESG y liderazgo humanista, combinados con metodologías prácticas y proyectos reales que preparan a los alumnos para los desafíos del entorno empresarial actual», pone como ejemplo. Para conseguirlo «el contacto estrecho con las empresas es clave, bien a través de participación de profesionales como docentes, visitas a empresas, o proyectos aplicados a la empresa». En esta escuela señalan como sectores en auge para los estudios de posgrado los de tecnología, sostenibilidad, consultoría y gestión financiera. «Las empresas buscan líderes capaces de navegar en contextos digitales y globales, lo que también pone en auge programas en gestión estratégica y transformación digital», afirma. En el caso de Deusto, al tener una facultad de negocios y una facultad de ingeniería, «nos permite tener una clara mezcla de ambos ámbitos para aportar una formación mixta». Para los próximos años espera que este tipo de formación se centre en la digitalización, la sostenibilidad y la inteligencia artificial. Además, «se priorizará el desarrollo de habilidades humanas como liderazgo, empatía y toma de decisiones en entornos complejos. La personalización y los formatos híbridos serán clave», añade. En relación a la garantía que te puede dar un máster para encontrar trabajo, David Ruiz de Olano considera que los másteres orientados a la transformación digital, gestión empresarial, sostenibilidad y liderazgo están altamente demandados. «Programas como el Executive MBA o el Máster en Finanzas de Deusto Business School preparan a los alumnos para roles estratégicos con alta empleabilidad. También programas como el European and International Business Master dan esa dimensión internacional que exigen las empresas», pone como ejemplo. Y no hay que olvidar que muchos profesionales buscan en un máster una oportunidad para actualizarse , cambiar de sector o mejorar su perspectiva profesional. «Los programas que combinan conocimientos técnicos con desarrollo personal son especialmente efectivos en este sentido», apunta. Además, si se apoya con un servicio de carreras profesionales orientado a mejorar o cambiar de carrera profesional, conjuntamente con un servicio de executive coaching, «puede ser una estupenda plataforma para preparar el siguiente movimiento en la carrera profesional de la persona», añade. Desde de la Asociación Española de Directivos (AED) afirman que la formación continua está íntimamente ligada al desarrollo de la carrera profesional de cualquier directivo, «puesto que resulta imprescindible para mantenerse actualizado en un entorno empresarial en constante cambio», indica Xavier Gangonells, su director general. «Las transformaciones tecnológicas, sin ir más lejos, exigen una adaptación rápida y constante», añade. Desde la AED, fomentan una mentalidad de aprendizaje continuo a través de distintos programas y actividades. «La formación, junto a la experiencia acumulada, entre otros, son factores clave para que los líderes tomen decisiones que impulsen la competitividad de sus organizaciones», resalta. Para Gangonells, más allá de los conocimientos intrínsecos que aporta el estudio de un máster, «demuestra el compromiso del profesional con su desarrollo continuo y su deseo de progresar en su carrera». A su vez, hoy día las empresas valoran no solo la formación técnica, «sino también las competencias transversales que los másteres ayudan a desarrollar, como el liderazgo, la comunicación efectiva y la capacidad de trabajar en entornos multiculturales». Un máster contribuye al desarrollo de un conjunto de habilidades tanto a nivel técnico como personal. «Por un lado, proporciona conocimientos especializados y actualizados en áreas específicas, lo que incrementa la capacidad de tomar decisiones en esos ámbitos con la preparación adecuada», subraya el director general de la AED. Por otro lado, «desarrolla competencias clave como el pensamiento crítico, la comunicación efectiva y la capacidad de trabajar en equipo. Además, fomenta habilidades de networking, fundamentales en la carrera de cualquier directivo», añade. De ahí que un máster contribuya al acceso a puestos de mayor responsabilidad, aunque señala que hay más factores en juego que influyen en el progreso de la carrera. «La formación por sí misma no garantiza alcanzar una posición determinada. No obstante, la alta calidad de algún máster puede marcar la diferencia en un proceso de selección, posicionando al candidato como mejor preparado», aclara.
