Los aeropuertos recuerdan a pequeñas ciudades. Estas instalaciones son lugar de paso para miles de personas a diario pero entre vuelo y vuelo ofrecen servicios comerciales, de banca así como de restauración. Tienen que garantizar, además, la seguridad de sus transeúntes y deben contar, entre otros, con servicios de bomberos y también sanitarios por si deben realizar alguna intervención. Por este motivo, lo que ocurre entre sus instalaciones puede ser un claro síntoma de lo que ocurre en la vida real de una región. Ahora, el 'tiktoker' @mate_five ha contado algo que para nada se esperaba del aeropuerto de El Prat-Barcelona. Y es que lleva una semana trabajando allí y está en 'shock' con lo que está viendo desde que ha empezado este empleo. Así, el joven ha comentado de que, lejos de lo que uno pueda imaginarse a la vista de los efectivos de seguridad que merodean cada rincón del aeropuerto, « estoy sorprendido con la cantidad de robos que hay». «En esta semana cada día he visto algo», asegura en el vídeo, que se ha empezado a viralizar. En concreto, el ha sido consciente de que roban maletas, rompen cristales de coches y se llevan lo de su interior y que también hay carteristas. « Me parece una locura . En mi cabeza no entraba eso porque yo me imagino un aeropuerto como algo supercontrolado, con un montón de cámaras, con un montón de seguridad y no es así», remarca él. «La gente roba y roban como les da la gana », cuenta él con voz de incredulidad. Mate asegura que le «da mucho coraje» que esto ocurra «en un sitio donde no te tienen por qué robar» teniendo en cuenta el dispositivo de seguridad del aeropuerto. El 'tiktoker' se atreve a decir que «España se está convirtiendo en una jungla. Mate muestra imágenes, mal grabadas, de efectivos de los Mossos d'Esquadra actuando tras un robo que acaba de ocurrir precisamente a las puertas de la zona de acceso a las terminales. Por si esto fuera poco y para acabar de ratificar como está la situación, el joven desvela que en su empresa, de alquiler de vehículos, tienen contratado un vigilante de seguridad para evitar que roben coches o a sus clientes. «No sé, me parece una barbaridad , la verdad», sentencia él al final del vídeo, que de momento no ha tenido un alud de visualizaciones ni de comentarios pero que ya ha empezado a estar en medios de comunicación por la contundencia de su mensaje.