Un avión privado se ha estrellado este viernes por la noche en Filadelfia, la principal ciudad de Pensilvania. El incidente ha dejado al menos seis víctimas, según las autoridades, y ocurre con EE.UU. todavía conmocionado por la tragedia aérea del pasado miércoles. Esa noche, un avión comercial se estrelló contra un helicóptero militar en su aterrizaje en el aeropuerto Reagan de Washington, a unas dos horas de Filadelfia. Murieron 67 personas, en el peor accidente aéreo en décadas en EE.UU. La nave, según revelaron medios locales, es un avión privado de tamaño medio y con capacidad para diez personas. Se estrelló contra una zona poblada del noreste de Filadelfia: el accidente ocurrió en el centro comercial Roosevelt, cerca de la intersección de la avenida Cottman y el bulevar Roosevelt. Es un lugar lleno de restaurantes, tiendas y grandes superficies y el accidente ocurrió a una hora -las seis de la tarde- en la que suele haber mucha presencia de vecinos. El secretario de Transporte, Sean Duffy, informó en un mensaje en la red social X de que había seis personas en el avión. La Administración Federal de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés) detalló que el avión es un Learjet 55, que despegó del aeropuerto Noreste de Filadelfia, un aeródromo utilizado sobre todo por aviones y jets privados. Duffy añadió que la FAA y el Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte investigarán lo ocurrido, como también están haciendo ahora con la tragedia de Washington. El avión se estrelló poco después de despegar. Según algunas estimaciones, solo estuvo poco más de cuarenta segundos en el aire tras el despegue. Las grabaciones que capturaron el momento del accidente mostraron a una nave que descendía a gran velocidad, y aparentemente fuera de control. El avión estaba registrado en México y realizaba dos o tres vuelos por día. El impacto contra la superficie provocó una enorme explosión , con una gran bola de fuego. Eso se debió con probabilidad a la presencia de mucho combustible en la nave, que iniciaba su vuelo hacia el aeropuerto Springfield-Branson, en el estado de Misuri. El accidente fue confirmado por el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro: «Estamos ofreciendo todos los recursos del estado en la respuesta al accidente de un pequeño avión privado en el noreste de Filadelfia», dijo. Todavía no hay información sobre el número de víctimas que el accidente ha podido dejar en la superficie, donde se concentraron centenares de vehículos de bomberos, policía y emergencias médicas. El accidente afectó a varias viviendas, edificios comerciales y vehículos, algunos de ellos sufrieron explosiones como resultado del impacto. «Creía que estábamos siendo atacados», aseguró Ryan Tian, un testigo del accidente, a 'The Philadelphia Inquirer'. Tian, que estaba pidiendo su cena en un camión de comidas dijo que «el cielo se tiñó de naranja» y que vio «una bola de fuego enorme».