Son los jueves, aunque bien podrían ser también los martes, lunes o domingos. Se petaría del mismo modo. Desde que Dioni Hernández Gil le echó el ojo, Mayte dejó de ser gafe para ser el lugar al que llegar cuando te pierdes. Se come de bien, como es habitual en sus garitos que bañan la Costa del Sol, regentados por almas libres que son sus tentáculos. Desde Yeyo Llagostera, el último de «los choris», al «enano» Miguel Muncharaz, Dioni se ha rodeado de personas de bien que controlan la noche y el día como si fueran la misma cosa. Cruzaron la línea del que gastaba al que cobraba, y han convertido en referente cada suelo que pisan, con una cocina...
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