El inspector de Policía Nacional a cargo de la investigación del atropello mortal de El Higuerón el 26 de febrero de 2020 ha declarado en la segunda sesión del Jurado Popular que el acusado de un delito de «comisión por omisión» saltó la valla que separa la zona de la vía del exterior y sus heridas fueron provocadas por ese salto y no porque el tren impactara contra el Avant . De esta forma vendría a corroborar el acusado se puso a salvo del paso del convoy dejando atrás y con la cabeza tapada a su amiga en medio de las vías. En este sentido, este inspector ha reconocido ante los miembros del tribunal del jurado que lo que parecía a priori un suicidio, «raro porque eran dos personas», que se podrían haber puesto de acuerdo para quitarse la vida, después de los testimonios de los familiares, amigos, y volcado de los teléfonos móviles -sobre todo el suyo que fue entregado por su madre- tomó un cariz totalmente distinto. «Fuimos al hospital a tomar declaración al ahora acusado que presentaba heridas pero en un primer momento los médicos lo desaconsejaron porque decía que podía tener amnesia, luego llegó el Estado de Alarma y no le pudimos tomar declaración hasta el mes de junio y ya con todas las pruebas estaba como investigado, y se negó a declarar, pero ya todo apuntaba no a un suicidio sino a otra cosa». La Fiscalía acusa a este joven por un delito «comisión por omisión», es decir no rescatarla de ese peligro inminente no fortuito enfrentándose a 12 años de cárcel mientras que la acusación particular considera que los hechos son constitutivo de un delito de asesinato por lo que pide 25 años de prisión para el encartado. «La investigación al principio apuntaba a un suicidio pero era raro porque eran dos personas, y conforme íbamos recabando indicios la situación fue cambiando radicalmente; no había nada que hiciera presagiar ese falta desenlace», declaró ayer ante el tribunal este inspector encargado del caso ante los miembros del jurado. «De los testimonios y de los whatsapp que tenía en el teléfono y que nos entregó su madre nos dio idea de que la joven, de 19 años , era temperamental pero a la vez dócil e influenciable, y no tenía ánimo autolítico porque tenía un proyecto de vida», ha apuntado este inspector de la Policía Nacional. Con respecto a la relación de la víctima con el acusado, a preguntas de las acusaciones, este inspector ha expuesto en la sala que según los testimonios recabados «Miguel era persona muy cercana a la finada y mantenía sentimientos afectivos más allá de la amistad y quería mantener una relación con la fallecida, sobre la que ejercía una fuerte influencia». Otro de los elementos que hacía pensar que Rocío no quería perder la vida en las vías del tren es que poco antes de morir se hizo unas fotos en sujetador con una chaqueta por encima. «Es una foto que hace muy extraño pensar que es de alguien que quiere suicidarse », y además este inspector, que ha sido jefe de la Unidad de Homicidios , ha apuntado a preguntas de las acusaciones que además que resulta un tanto inquietante que el acusado estando allí «no salga en las fotos, tal vez porque pudo organizar esa situación y prefirió no salir». Unos argumentos que han ido este martes en consonancia con la línea de los testimonios prestados ante el Tribunal Popular por la madre de la joven fallecida y por una maestra que se había convertido en amiga de la familia y en quien la víctima confiaba todo. «Yo era como su confidente o válvula de escape; le estaba ayudando a orientarla con los estudios y estaba ilusionada en empezar un grado de estética; de hecho pedimos una máquina de secado de uñas días antes y me llegó por Amazon un día después de su muerte», lamentó esta señora ante el Jurado, y a la que la víctima conoció porque fue tutora de su hermano pequeño en el colegio. Su madre, entre lágrimas, ha declarado «que su hija a sus 19 años era una niña buena que hacía caso en todo, que no tenía conflictos familiares y que le había traído días antes un a casa y estaba ilusionada en acceder a un grado de peluquería y estética«. En este mismo asunto, la progenitora ha asegurado que «el acusado era amigo de su hija pero no de la infancia sino de hacía sólo un año y medio o dos y que la llamaba mucho». Por su pate, el novio de la víctima en ese momento, ha señalado ante el tribunal que ella no quería quitarse la vida , que no le hablaba de eso, y que sabía que el acusado y ella eran amigos, y que él sentía algo por ella pero que a ella no le gustaba él«.
