¿Cuántas veces han hablado con sus amigos de lo que harían si les tocara el Gordo de la Lotería? La de casas, coches, viajes y sueños que se han ido el traste cuando uno ha comprobado que el décimo que guardaba como un tesoro en la cartera no era el premiado. Nada, otra vez a empezar de cero. Aquello duele, por qué negarlo, pero más molesta que a uno le quiten lo que le pertenece. Eso es lo que ha hecho la ministra María Jesús Montero, que siempre es bueno recordar que fue elegida diputada por la circunscripción de esta ciudad a la que ahora ahoga constantemente. Así, como el que no quiere la cosa, tiene retenido en su Ministerio...
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