A la hora de comunicarnos, igual de importante es lo que decimos que cómo lo decimos. Los gestos, la postura, la expresión facial o el tono de voz pueden reforzar, matizar o incluso contradecir lo que estamos diciendo. Por eso, aprender a interpretar estas señales es importante no solo para mejorar nuestra propia comunicación, sino para detectar cuándo alguien no está siendo del todo sincero. Sobre este tema ha hablado Julio García Gómez , experto en comunicación, que fue invitado la semana pasada en el programa 'Las tardes de RNE', presentado por Lourdes Maldonado. Durante su intervención, el especialista explicó cómo ciertas señales del rostro pueden delatar si alguien está mintiendo. En concreto, señaló que una de las zonas clave a observar es el párpado, ya que su movimiento —o la falta de este— puede dar pistas sobre la veracidad del discurso. Pero, ¿Cómo exactamente? ¿En qué hay que fijarse a la hora de hablar con alguien para saber si miente o no? El experto detalló que en los jóvenes, el músculo del párpado es más activo y suele formar una línea visible sobre el ojo. Sin embargo, cuando alguien miente, esta musculatura tiende a relajarse, lo que provoca un leve descenso del párpado. Este fenómeno ocurre de manera involuntaria y puede ser una señal clara de que la persona no está diciendo toda la verdad. Sin embargo, aunque este efecto es más evidente en personas jóvenes, también se observa en adultos mayores, aunque de forma diferente. Para ilustrar esta idea, García Gómez asegura que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump , deja caer más de lo habitual los párpados cuando está diciendo algo que ni él mismo parece creer del todo. Además del movimiento de los párpados, hay otros gestos que pueden revelar si alguien está mintiendo. Por ejemplo, muchas personas tienden a evitar el contacto visual cuando dicen algo que no es cierto. También es común que parpadeen más de lo normal o que sus ojos se muevan rápidamente de un lado a otro. Otro gesto que puede dar pistas es el movimiento de las manos. Cuando alguien miente, suele tocarse la cara con más frecuencia, especialmente la nariz o la boca, como si su cuerpo intentara 'ocultar' la falsedad. También pueden cruzar los brazos o encogerse de hombros de forma inconsciente, lo que indica una actitud defensiva.