Todo el mundo, literalmente, se quedó perplejo al ver cómo se presentaba Kanye West junto a Bianca Censori a la alfombra roja de los premios Grammy . No estaban invitados, pero ellos entraron igual. Él iba de riguroso negro, con gafas de sol y su típica mirada de malote. Ella llevaba un abrigo que tapaba su hipotético vestido. Lo dejó caer y todos se quedaron con la boca abierta al comprobar que apenas exhibía un traje transparente que no dejaba nada a la imaginación. Iba desnuda, en definitiva. Las reacciones no se han hecho esperar, desde la cancelación de conciertos hasta las amenazas de cortar relaciones comerciales con el músico, que permanece impertérrito. Apenas unas horas después del escándalo se conocía que el rapero estadounidense había perdido un contrato por valor de 20 millones de dólares en Japón . Y parece que no va a ser lo último. « Kanye está arruinando cada oportunidad que se le presenta . El escándalo fue espeluznante más allá de lo creíble y ha sido recibido con horror en Japón», informaba el diario británico 'Daily Mail', citando fuentes de la promotora. No es solo el escándalo que supone montar un espectáculo semejante en una alfombra roja, sino aspectos más profundos. «Japón está viviendo un despertar cultural sobre los derechos de las mujeres y el movimiento MeToo es muy fuerte allí. Lo que hizo es visto como un acto de control coercitivo, lo cual es absolutamente inaceptable. Ha juzgado culturalmente a Japón de forma completamente equivocada», advertía una fuente al 'Daily Mail'. Kanye West se casó con Bianca Censori en 2022, aunque no se ha visto ningún documento oficial que lo acredite, y ha estado viviendo en un hotel en Japón desde el año pasado, pero parece que ajeno al rumbo social que insinúa el país. « Ha juzgado muy mal la tolerancia del pueblo japonés hacia este tipo de conductas. Ya no es bienvenido. Esto será un gran golpe para él porque ha estado viviendo en Japón durante aproximadamente un año, casi a tiempo completo, y supongo que no vio venir nada de esto», añadía el testimonio de 'Daily Mail'. Lo cierto es que esto parece ser solo otro ladrillo en el muro de la carrera de Kanye West, que ha estado plagada de controversias en los últimos años. Se esperaba que su último álbum, 'Bully', saliera antes de Navidad, pero ahora se ha retrasado indefinidamente porque el rapero parece centrado en otros proyectos, incluido su negocio de criptomonedas. Algunos expertos sugieren que su comportamiento errático , incluido su control público sobre el vestuario y la apariencia de Bianca Censori, lo está aislando aún más de los círculos comerciales y de entretenimiento convencionales. La actitud desafiante del rapero mientras todo el mundo miraba a su esposa desnuda solo empeoraba la escena. Hay otro detalle que tampoco ha pasado inadvertido. Kanye West decidió cerrar su cuenta de Instagram, pero su mujer mantiene activa la suya y ahí va dejando rastro de las apariciones junto a su marido . Tras los Grammy, decidió 'postear' un mensaje en el que aparecía una foto del escándalo con el siguiente texto: «yzy sply invisible dress + the king». Es decir, su «vestido invisible» y « el rey ». Pero la crítica reacción a la polémica no se limita a Japón. Muchos de los patrocinadores y socios comerciales estadounidenses de West también están furiosos por lo ocurrido en plena escalada de su daño reputacional. Lo ocurrido en Los Ángeles es la continuación a largos años de controversias , incluida una campaña presidencial fallida, comentarios antisemitas y disputas públicas con antiguos socios de negocios. La creciente exposición social de Bianca Censori ha generado una creciente preocupación por el papel de la australiana en la vida de Kanye West. Algunos miembros de su círculo íntimo han deslizado que la trata como un « proyecto artístico vivien te», mientras que otros creen que está atrapada en una relación controladora, poco saludable y crecientemente tóxica. El año pasado, Bianca Censori ya sorprendió al público en la Semana de la Moda de París al llevar únicamente unas medias transparentes y un abrigo corto de piel. Así se bajó del coche mientras los transeúntes sacaban sus móviles para inmortalizar lo que veían sus ojos. Diversas informaciones destacan estos días cómo Kanye que West aplica reglas estrictas sobre su comportamiento, dieta y vestimenta que recuerdan mucho a aquel «control» del que siempre habló su exesposa Kim Kardashian . A pesar de la reacción negativa, Bianca Censori se ha mantenido impertérrita en su papel como la llamada « musa de West ». Ella baja de la limusina, muestra al mundo lo que lleva (o lo que no) y mantiene la boca cerrada. Fuentes cercanas a la pareja afirman que la mujer del rapero « cree en su visión artística ». «Con los conciertos de Tokio cancelados, Kanye West ahora se enfrenta a pérdidas financieras significativas y queda por ver si intentará reconstruir su reputación o seguirá superando los límites de la tolerancia pública. Por ahora, sin embargo, Japón ha dejado clara su postura: Kanye West ya no es bienvenido », resume la publicación 'International Business Time'.