Alfonso Vargas Romero , triatleta amateur sevillano de 18 años que ha demostrado tener una interesante proyección en su disciplina, compite actualmente de forma independiente tras no poder haber concretado de forma satisfactoria su cambio de club. El joven deportista lamenta que su anterior club (ADS) ha solicitado a la FETRI (Federación Española de Triatlón) que se le abonen 836,40 euros como compensación para poder así cambiar de club. Durante el pasado verano Alfonso sostiene que comunicó con más antelación de la necesaria y buscando obrar con honestidad (la temporada competitiva concluye en septiembre) que cambiaría de club de cara al siguiente curso y que se enrolaría en el Club Triatlón Isbilya para buscar dar continuidad a su progresión. Comenta Alfonso que sus compañeros y los dirigentes de ADS mostraron comprensión con su decisión, pero, antes del 1 de diciembre del pasado año, desde la directiva de esta agrupación cursaron una reclamación a la FETRI a través de la cual Alfonso o su nuevo equipo estaría obligado a desembolsar 836,40 euros para poder cambiar de club. Señala este joven triatleta amateur que encontró su refugio deportivo en esta disciplina que mezcla la natación, el ciclismo y la carrera, que esta decisión no tiene precedentes a su edad y nivel en la ciudad y que ha sufrido un claro agravio comparativo si se tiene en cuenta que son numerosos los atletas que han cambiado un club por otro sin tener que hacer frente a este importante desembolso. Aclara que el triatlón no sólo no le otorga beneficios económicos, si no que cuenta con el apoyo de su familia para poder hacer frente a los muchos gastos derivados de la práctica de este deporte minoritario. De hecho, Alfonso cuenta actualmente con una licencia independiente sin poder de este modo competir como miembro de su equipo, y son sus padres los que financian los viajes, estancias o gastos de material necesarios para poder participar en distintas competiciones. Denuncia Alfonso que ha sido utilizado por parte de su antiguo club, ADS . Entiende que han tomado un camino que la reglamentación les permite emprender, pero que nunca antes habían empleado y que la motivación responde únicamente a la rivalidad existente entre ADS y el Club Triatlón Isbilya. Considera que quieren sentar precedente y evitar que siga teniendo fluidez el trasvase de deportistas que tradicionalmente se ha dado entre uno y otro club. Nicolás Núñez , máximo responsable de ADS, recalca al ser contactado por este medio, que remitieron a la FETRI no sólo el caso de Alfonso, si no el de hasta trece deportistas más . No obstante, únicamente fue admitida la solicitud referida a Alfonso. Señala Nicolás que el resto de expedientes fueron desestimados al faltar datos que no tuvieron tiempo de adjuntar antes del 1 de diciembre porque «nos pilló con otras cosas». Nicolás, en nombre propio y del del resto de dirigentes del club, ve justa la petición de ADS y equipara para este periódico la situación del deportista amateur en cuestión a las de Lamine Yamal (futbolista del FC Barcelona) o Isaac Romero (futbolista del Sevilla FC) cuyas cláusulas de rescisión o derechos de formación son millonarios. Reseña que ha intentado siempre ayudar y evitar llegar a este punto enviando un «acuerdo de colaboración» al Club Isbilya que, según defiende, no ha recibido respuesta . Reconoce, no obstante, que es la primera ocasión en la que solicitan la citada compensación, derecho del que disponen a través de la FETRI y recalca que no se le priva de competir y que el montante sólo lo tendrá que abonar el nuevo club. Argumenta que la nueva directiva compuesta por voluntarios que él mismo preside ha tomado esta decisión por el hartazgo que les provoca formar a los deportistas a través de su cantera para que finalmente compitan representando al otro club que hay en la ciudad. Defiende igualmente que lo hacen todos los clubes y que habitualmente las cantidades solicitadas son mayores. Por su parte, habiendo sido igualmente contactado por este periódico, Samer Ali-Saad Guardia , máximo responsable del Club Isbilya, muestra su rechazo ante esta situación que perjudica claramente a Alfonso Vargas. Niega tajantemente no haber respondido al «acuerdo de colaboración» que se le propuso desde ADS y señala que le comunicó a Nicolás que no puede firmar un documento en el que se exige que «en caso de que un deportista quiera pasar de un club al otro, ambos clubes se comprometen a mantener conversaciones para llegar a un entendimiento previo a la autorización del cambio de afiliación del deportista». Asegura que son los propios deportistas los que eligen cambiar o no de club sin él haber mediado en ningún momento para poder incorporarlos a su disciplina y que por ello «no iba a firmar algo que no estoy dispuesto a cumplir». Considera que es su trabajo con los grupos el que hace que se alimente el deseo de recalar en el Club Isbilya y que la situación de Alfonso no viene motivada por otra cuestión que por la innecesaria y desbordante rivalidad que quieren mantener desde ADS . Admite Samer que en alguna ocasión ha solicitado a la FETRI compensaciones por cambio de equipo aunque defiende que en algunas ocasiones se ha renunciado a percibir las cantidades requeridas. Igualmente destaca que en estos casos, siempre el deportista en cuestión se dedicaba profesionalmente a la práctica de esta disciplina y que, por la condición (por el momento) de aficionado de Alfonso, no asumirán el pago de los 836,40 euros esperándolo durante esta temporada. .
