Добавить новость
ru24.net
Abc.es
Февраль
2025
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
20
21
22
23
24
25
26
27
28

Luis Marín Sicilia : «Los españoles no queremos enfrentarnos otra vez»

0
Abc.es 
A este hombre de leyes le gusta tanto escribir porque tiene una vocación no frustrada pero sí pendiente: la del periodismo. Luis Marín Sicilia ( Carcabuey , 1942) empezó a publicar noticias, reportajes y relatos en el periódico de su pueblo cuando era un adolescente, y entonces le aguijoneó una profesión que quiso para él. Pero la vida le llevó por otros caminos en los que también ha encontrado la felicidad y la realización personal: el de los despachos notariales y el de la política. A sus ochenta y tres años mantiene en plena forma la conversación ágil y natural, además de los recuerdos que le refrescan una visita fugaz a la capital de la provincia en la que nació. -Al poco de saludarnos me ha comentado que coincidió recientemente con Felipe González en un acto y que él lleva siempre un ejemplar de la Constitución en la mano, porque lamenta que los nietos de la Carta Magna tengan amnesia de ella. -A él le duele que no se enseñe la Constitución en los colegios. Él cree que es una rémora que tenemos en la democracia y él siempre la lleva. Porque, claro, a lo mejor somos un poco exagerados los de mi generación, ¿no? Pero creemos que hicimos una aportación a la convivencia en este país muy importante. Y tenemos derecho a sentirnos orgullosos de haber conseguido la Transición. Ahora mismo se habla mucho de enfrentamientos, pero yo creo que son ficticios: la polarización actual no es, en mi opinión, correspondiente con la realidad social. La sociedad no está tan polarizada, aunque lo pretendan los políticos. Yo creo que el problema que hay ahora mismo es que los políticos no son capaces de dirigir el mensaje adecuado a la mayor parte de los españoles, que quieren vivir en paz. A lo mejor soy un iluso, pero es mi teoría. De hecho, mi último libro habla de un alegato contra la polarización. Y defiendo en él que 'España no es así'. Ése es el título. -Y cómo es entonces España. -Los españoles no estamos dispuestos a enfrentarnos otra vez. España está mucho más comprometida con la convivencia, es mucho más solidaria y mucho más moderada de lo que la clase política actual quiere trasladarnos. Yo tengo que criticar a los que considero responsables de este recorrido. -¿Y quiénes son los responsables? -José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez. -¿La semilla de lo que estamos viviendo la puso Zapatero? -Sí, con el Pacto de Tinell, en el que se dice literalmente que ellos [el PSOE] no pactarán nunca con el Partido Popular y que harán lo imposible por que no lleguen al poder. Y hay un dato más, que es que cuando se produce la coalición de Gobierno de Podemos y Pedro Sánchez, Pablo Iglesias se acerca una vez a un estrado de un diputado popular y le dice: 'No volveréis a formar gobierno nunca más en España'. Es decir, es la exclusión de los que no tienen sentimientos -El cainismo puro y duro. -Eso es cainismo puro y duro, sí, y además es excluir a la mitad de los españoles. Y, además hay que contar con la obsesión que tiene Pedro Sánchez de colocarnos a todos frente a él. Es decir: aquí no hay nada más que yo... A esa coalición suya la llaman progresista y de progresismo no tiene absolutamente nada, y el resto somos todos fachas, somos todos facinerosos, somos todos dictadores, somos todos de ultraderecha. Y los españoles no son así: es gente que quiere vivir en paz. La prueba está en que cada vez que hay un accidente, un hecho lamentable, la sociedad española responde solidariamente. -Ahí tenemos la reacción popular ante las inundaciones de Valencia, ¿no? -Exactamente. Tenemos el ejemplo último de lo que ha ocurrido en Valencia. La sociedad está por encima de los políticos. Yo sigo manteniendo esa teoría. Otra cosa es que la sociedad esté desarmada, que no encuentre canales de manifestarse, y entonces está vendida ante una clase política empeñada en lo blanco o lo negro. Y no hay blanco o negro: la mayor parte de la realidad en la sociedad son tonos grises. Por tanto, yo soy un enemigo acérrimo de todos los que intentan involucrarnos a los españoles en una batalla puramente por mantener el poder. -Hace unas semanas entrevistamos en estas páginas al catedrático de Derecho Constitucional Manuel Aragón, que es paisano suyo de la Subbética. Él decía que «una sociedad dividida no puede sostener una democracia». -Claro. Es que estamos ante una sociedad dividida en la que una parte de ella está rompiendo los goznes de la Transición; es decir, los goznes de la Constitución, y que son los que garantizan la división de poderes, los principios de igualdad, de libertad, de solidaridad. Eso se lo están cargando, pero por una vía falsa, por una vía tramposa. Lo que se está haciendo con el Tribunal Constitucional clama al cielo. Y, luego, los pactos a los que están llegando con los separatistas catalanes y vascos son inaceptables desde el punto de vista de la Constitución. Coincidí con Rafael Escuredo y con otros compañeros en la lucha por la Autonomía andaluza, y trabajamos juntos para que nosotros no fuéramos ni más ni menos que nadie, y hoy me siento frustrado con el silencio que guardan ante los privilegios que se les están concediendo a los catalanes y los vascos. -Y encima el PSOE manda a Andalucía a María Jesús Montero, vicepresidenta del Gobierno. -Sí, a mi amiga Marisú. Bueno, yo ahí pienso que uno de los valores actuales de Andalucía es tener al frente a una persona moderada, y eso ratifica mi planteamiento de que Andalucía no es radical, sino más bien moderada. La prueba está en el respaldo al presidente Juan Manuel Moreno, una persona moderada que no entra al trapo que le ponen para radicalizar el mensaje. -A más de una generación de andaluces le parecía imposible un cambio de signo político en la Junta de Andalucía, donde lo natural era que estuviera el PSOE. A usted, que vivió los primeros tiempos de la autonomía, ¿no le sorprende que el cambio se produjera de una manera mucho más calmada de la que quizás podía esperarse? -El cambio se produjo con un éxito notable y además con normalidad: la sociedad andaluza lo ha digerido muy bien. No hace tanto que a la derecha la ponían poco menos que como a perros de presa: 'Que vienen los dobermans', decían. Sin embargo, en Andalucía se ha producido un cambio normal, natural, en el que yo creo que confluyeron dos factores. Uno, el cansancio por el periodo tan prolongado, de cerca de cuarenta años del PSOE, ya embadurnado de corrupción, con los ERES, la Faffe, es que no paraban... Con lo cual algunos seguidores del PSOE se quedaron en su casa a la hora de ir a votar. Y luego estuvo que el descontento que había en general con la clase política se articuló en tres opciones, que eran el PP, Ciudadanos y Vox: si llega a haber sólo una opción de derechas posiblemente mucha gente de centro-derecha se hubiera quedado en su casa también. -¿Los políticos actuales son una solución o un problema? Esta pregunta se la hizo un ciclo de conferencias organizadas por la Fundación Cajasol en Sevilla hace unos días. -No asistí pero estaba invitado. Los políticos que participaron podrían haber aprovechado un sitio como ese para trasladar una imagen de cierta unidad, pero no fue así. En mi época en la política nosotros nos peleábamos en debates impresionantes en el Parlamento: en la primera legislatura de la autonomía los debates eran a cara de perro, muy duros y muy bien argumentados, pero luego terminábamos y nos íbamos a tomar una copa todos juntos. Ahora ocurre que los de un partido no se hablan con los del otro. En este sentido me gustaría resaltar una anécdota reciente que me ha dejado frío: el Parlamento andaluz ha despedido a Juan Espadas, que ha dejado de ser portavoz, y mi amigo y paisano Jesús Aguirre, presidente del Parlamento, le dedicó unas palabras muy cariñosas, fruto de su bonhomía habitual, y Espadas le respondió también en ese mismo buen tono, y los parlamentarios empezaron a aplaudir; y resulta que en ese momento del aplauso cogen los de Vox y se van porque decían que no se podía aplaudir a un señor como él... Pero mire usted... En qué país estamos, que se estaba despidiendo una persona que ha tenido sus éxitos y sus fracasos, sus aciertos y sus errores, como todo el mundo. No hay que llevar la confrontación a esos límites. -Usted se marchó de Córdoba en 1986, y tiene su domicilio en Sevilla desde hace décadas. ¿Cómo valora la evolución que han vivido la ciudad y la provincia desde entonces? -Cuando visito Córdoba me llaman la atención lo bien que están las calles del Centro, por ejemplo, a diferencia de las de Sevilla, que están hechas un desastre. Afortunadamente parece que en Sevilla el nuevo alcalde está poniendo remedio. Y en general he visto que el crecimiento de Córdoba ha sido espectacular desde que me marché. Hombre, en mi época estaba la Electromecánica, que era el centro industrial más importante en cuanto a número de trabajadores. Me llama la atención también la modernización de toda la zona que está próxima al nuevo El Corte Inglés, en Poniente. Yo sigo viniendo aquí porque tengo dos hermanos, y varios parientes más, y cuando lo hago vengo a relajarme, a disfrutar. ¿No cree usted que se me nota la felicidad en la cara? -Sí... -Hay cosas que me han impresionado de Córdoba en mis visitas recientes. Mi último libro lo presentamos en el Centro de Recepción de Visitantes, junto a la Mezquita, y además de las instalaciones en sí me llamó la atención cómo han dejado todo el entorno de la Mezquita, por donde da gusto pasear.



Moscow.media
Частные объявления сегодня





Rss.plus




Спорт в России и мире

Новости спорта


Новости тенниса
ATP

Роман Сафиуллин покинул турнир ATP-500 в Дохе, проиграв Алексу де Минору






Доктор Бизра назвал фрукт, который избавит от выпадения волос

Мультимедийные выставки Музея Победы увидят жители Ямало-Ненецкого автономного округа

В марте через Краснодар в Турцию начнет ездить автобус

Так кто фаворит регулярки? Единая лига выходит на финишную прямую с бешеной интригой!