Hace 23 años, el cantante Al Bano y la celebridad italiana Loredana Lecciso dieron la bienvenida al mundo a su primera hija en común sin saber que de todas sus hijas, Jasmine Carrisi se convertiría años después casi en su sucesora sobre los escenarios. Aunque en más de una ocasión la joven ha reconocido que en realidad su padre deseaba que al menos un primogénito se dedicase a la abogacía, toda una vida rodeada de música en casa impidió que en un momento la joven encontrase su camino profesional en una industria muy distinta a la que vivió el cantante italiano en su juventud, y en la que ya se encuentra en una nueva etapa. Ya en 2020, en el contexto del confinamiento con el lanzamiento de su primer rap 'Ego', Jasmine Carrisi trató un tema que le ha seguido inspirando, las relaciones humanas superficiales. Ahora, años después, la joven aterriza en España estrenándose con una canción en español con la que también pretende compartir un significativo mensaje que marca su vida sentimental. Con motivo de la presentación de 'Non Adesso', la hija de Al Bano se sincera con ABC sobre su nuevo rumbo profesional y todo lo que rodea a una 'centennial' que compagina la cotidianidad con la vida de focos y fans. Contenta y feliz de pasar unos días en España, Carrisi reconoce que su nueva canción «habla un poco de mí» a través del mensaje que guarda. «El titulo significa 'Ahora no' y habla de una chica que sale de una relación tóxica. Es una invitación para las chicas y los chicos de ser independientes y fuertes», expresa. Jasmine tiene claro que en su vida ahora dice no «a todo lo que drena la energía» y dice sí a ponerse «en el primer lugar, porque a veces nos olvidamos de concentrarnos en nosotros. Es difícil detenerse y tenerse a uno como prioridad», reconoce. Tal y como comparte, ella misma se involucra componiendo y aprendiendo «lo que quiero poco a poco». «Me gusta mucho escribir letras, los visuales y poner algo de mí a través de las canciones, aunque me ajuste a los directores. No soy súper de bailar pero estoy aprendiendo también», dice que su mayor inspiración llega «siempre cuando estoy triste. Me gusta hablar de amor, que es lo que más me inspira a escribir, pero también hago autorreflexión. En mi generación es importante la psicología y la salud mental». Muy centrada en su carrera musical, tampoco abandona lo que hace años empezó por interés personal. «Sigo estudiando Marketing Digital, casi he terminado pero voy con retraso. Compaginarlo es difícil», afirma quien no esconde que existe una presión familiar por sacarse la carrera. «Mis padres siempre me han apoyado pero me han dicho que tengo que terminar de estudiar antes», reconoce. «Cuando era pequeña siempre me encantó la música y la expresión artística, pero nunca lo hice de manera profesional, solo fue pasión. Ahora es más profesional y serio, estoy más en el estudio y aprendiendo a cantar», apunta a su formación dejando claro que no quiere renunciar a ser quién es ni a su apellido . «Es algo que quiero tener, no hay otra vía. Para mí es suficiente para tener mi comunidad», cuenta que tiene seguidores que son fans de su padre a los que se suman los suyos propios. Aunque reconoce que «a veces te puede entender más una canción que una persona», el vínculo que tiene con su padre dentro y fuera de los escenarios supera esa idea y les une a ambos en la música. «Mi experiencia en la música ha sido diferente a la de mi padre porque ahora es todo más accesible. De él creo en la fuerza, la determinación y que tengo que ser segura de mí misma. Él aprende de mí todo lo que es nuevo y diferente. Le enseño el trap, el rap y las letras que escucho», dice. Con su madre Loredana mantiene casi una relación de amigas. «Ella me soporta muchísimo y siempre está presente para todo, aunque discutimos. Amor y odio, somos muy diferentes en todo», se sincera. Ante su nueva etapa profesional, Jasmine tiene claro que va a respetar su estilo y no va a cambiar, como nunca ha hecho siguiendo sus valores. «Hacer entretenimiento me encanta pero los 'realities' me dan miedo. Es raro por lo que quiero hacer, pero a mí no me gusta exponerme y no quiero ser grabada y que puedan escuchar lo que digo y ser malinterpretado», dice quien en su faceta más televisiva ya ha recibido ofertas para concursar en algún programa. Acostumbrada a la fama de su familia desde pequeña, en su profesión acepta tener toda la atención «pero en la vida de todos los días prefiero estar lo más lejos posible». En esos días, dice, vive una «vida aburrida y super simple. Estudio y paso mucho tiempo con mis amigos», en el que se olvida de la presión mediática porque sus amigos no son sus mayores fans y es «un aporte más verdadero». Respecto a sus fans, reconoce gustarle eso de hacerse fotos con ellos desde la primera que le pidieron sin su padre cuando tenía 15 años y estaba con su primer novio, aunque en esa sí se sintió «rara». Hace tres años, tomaba la decisión de independizarse y ha descubierto un mundo: «Me gusta muchísimo vivir sola. Es un reto». El mismo que descubre en las redes sociales donde acumula más de 300 mil seguidores. «Es un mundo que te conecta con la gente justa», dice quien también reconoce que al igual que muchos jóvenes «siempre estoy con el teléfono móvil no sé cuántas horas al día, le pido todo a Chat CPT». A un futuro cercano le pide «trabajar con alguien que hace trap y rap porque creo que una voz femenina le quedaría bien», aunque se deja llevar por otros planes del destino. «Voy donde me lleva la vida», confiesa. De momento, tiene entre manos publicar varias canciones y el lanzamiento de un álbum como gol final de su proyecto presente.