Viajar es sinónimo de turismo, nuevas experiencias, maletas o mochilas apretujadas y un hueco para los 'souvenirs', una tradición que quizás ha ido a la baja pero que muchos mantienen, especialmente en escapadas especiales o destinos extraordinarios. Traer un regalo a los allegados era, de hecho, algo habitual hace décadas, cuando viajar lejos no era tan fácil como ahora. Así, todos tenemos en casa alguna camiseta 'retro', aunque sea un producto digno de museo, o ese imán del primer viaje de novios. Hay quien tiene, además, algún cuadro o lienzo con un paisaje de ese pueblo entrañable en el que veraneó y también muchos prefieren ser más prácticos y optar por 'souvenirs' consumibles como licores, especias o quesos autóctonos. Además, otros prefieren optar por objetos de artesanía con materiales locales, como la bisutería volcánica en Canarias, por ejemplo. Ahora, la 'tiktoker' Mery Caldas (@merycaldass) se ha hecho viral, y suma ya más de 650.000 visualizaciones, con el vídeo en el que cuenta que pagó más de 100 euros por una tetera típica de Marruecos durante un viaje por allí. Se desconoce cómo y dónde llegó a hacer tal compra con la que parecía encantada pero poco después empezó a pensar en ello y decidió preguntarle al recepcionista del hotel en el que estaba alojado «si era demasiado» lo que había pagado y si le habían estafado o no. Como se ve en las imágenes, él parece que no quiere mojarse y al principio él le dice que no puede desembalar la pieza hasta que no vuelva a su casa. «No entiendo nada, pero me río», continúa ella explicando la situación, mientras se ve al recepcionista barajando que a al vista del envoltorio la tetera debe ser de «buena calidad». Al final lo abre, comenta Mery, que incide en que «se suponía que era de perla madre». Al ver la tetera, el joven crea un momento de desconcierto porque le comenta que debe ser de decoración, algo que ella niega. «¿No es demasiado 1.000 dirhams?», le pregunta Mery en inglés, a lo que él asegura que no y provoca que ella respire aliviada. «Era una tetera de cobre y perla madre», asegura ella con música celestial de la alegría. «Me dejé una pasta, pero no fui estafada», acaba ella sentenciando en la publicación. Mery añade, con todo, que no sabe «si fue sincero conmigo o solo me lo dijo porque le di pena y quiso que me volviera para España tranquila». La historia ha recibido decenas de comentarios y varios internautas le han confirmado que «no te han timado» porque es perla madre, que es muy cara, y cobre y está hecho a mano.
