Dormir bien es tan importante como mantener una alimentación equilibrada o realizar ejercicio con regularidad . Sin embargo, en la sociedad actual, conseguir un descanso reparador no siempre es fácil. El estrés , los horarios irregulares y la exposición a pantallas antes de acostarse pueden afectar la calidad del sueño , provocando despertares constantes o una sensación de cansancio incluso después de varias horas en la cama. En este contexto, el experto en sueño Álvaro Campillo Soto ha explicado, en el podcast 'Tengo un plan', en qué consiste la regla de los 90 minutos , un método que ayuda a planificar el sueño de forma eficiente para despertar con más energía. En la entrevista, el especialista reveló que conocer los ciclos del sueño y adaptar nuestras horas de descanso a ellos puede marcar una gran diferencia en la forma en la que nos sentimos al despertar. Asimismo, señaló que uno de los errores más comunes que comete la gente al planificar su descanso es pensar solo en la cantidad de horas dormidas y no en la calidad del sueño . Ene se sentido, Soto destaca que la clave está en identificar el mejor momento para despertarnos, lo que permite evitar el cansancio matutino . «La forma correcta de planificar el sueño», afirma el experto, es empezar decidiendo «cuándo me quiero levantar o cuando tengo que levantarme. Sobre todo ahora que hay horarios y tal», señala, haciendo referencia a las obligaciones diarias de trabajo o estudio. Una vez establecido el momento en el que es necesario despertarse, el experto señala que se debe calcular hacia atrás en intervalos de 90 minutos , que es la duración aproximada de un ciclo completo de sueño. «Pues si me tengo que levantar a las siete de la mañana voy restando 90, 90, 90 minutos, desde las siete de la mañana, para tener seis o siete ciclos», explica. Siguiendo esta regla, lo más recomendable no es simplemente dormir ocho horas , sino asegurarse de completar ciclos de 90 minutos sin interrupciones . Esto significa que puede ser más beneficioso dormir seis horas (cuatro ciclos) que dormir siete horas y despertarse en medio de un ciclo profundo. Uno de los aspectos más interesantes de este método es que el momento del despertar influye directamente en la sensación de descanso . En ese sentido, Soto explica que «a todos nos ha pasado que, de pronto, te despiertas, estás súper despejado y dices: 'Ah bueno, son las cinco de la mañana, me queda una hora todavía para dormir' y ya luego te levantas hecho una porquería». Este fenómeno ocurre porque el despertar ideal es cuando el cuerpo está terminando la fase REM , el momento en el que el sueño es más ligero y la mente se encuentra más activa. «Entonces, a lo mejor te merece la pena acostarte media hora más tarde porque el despertar bueno es cuando estás acabando la fase REM», señala el especialista. Por tanto, si una persona se despierta en plena fase de sueño profundo, la sensación de aturdimiento y cansancio será mayor , aunque haya dormido más tiempo. En cambio, si el despertar se produce en el momento adecuado, será mucho más fácil comenzar el día con energía .